Página 167 - El Ministerio de Curacion (1959)

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La cura mental
Muy íntima es la relación entre la mente y el cuerpo. Cuando
una está afectada, el otro simpatiza con ella. La condición de la
mente influye en la salud mucho más de lo que generalmente se
cree. Muchas enfermedades son el resultado de la depresión mental.
Las penas, la ansiedad, el descontento, remordimiento, sentimiento
de culpabilidad y desconfianza, menoscaban las fuerzas vitales, y
llevan al decaimiento y a la muerte.
Algunas veces la imaginación produce la enfermedad, y es fre-
cuente que la agrave. Muchos hay que llevan vida de inválidos
cuando podrían estar buenos si pensaran que lo están. Muchos se
imaginan que la menor exposición del cuerpo les causará alguna
enfermedad, y efectivamente el mal sobreviene porque se le espera.
Muchos mueren de enfermedades cuya causa es puramente imagi-
naria.
El valor, la esperanza, la fe, la simpatía y el amor fomentan la
salud y alargan la vida. Un espíritu satisfecho y alegre es como salud
para el cuerpo y fuerza para el alma. “El corazón alegre es una buena
medicina.”
Proverbios 17:22 (VM)
.
En el tratamiento de los enfermos no debe pasarse por alto el
efecto de la influencia ejercida por la mente. Aprovechada debida-
mente, esta influencia resulta uno de los agentes más eficaces para
combatir la enfermedad.
Influencia de una mente en otra mente
Sin embargo, hay una forma de curación mental que es uno de
los agentes más eficaces para el mal. Por medio de esta supuesta
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ciencia, una mente se sujeta a la influencia directiva de otra, de
tal manera que la individualidad de la más débil queda sumergida
en la de la más fuerte. Una persona pone en acción la voluntad
de otra. Sostiénese que así el curso de los pensamientos puede
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