Página 210 - El Ministerio de Curacion (1959)

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El Ministerio de Curacion
muy perjudicial. Si los que viajan comiesen con regularidad y sólo
alimentos sencillos y nutritivos, no se sentirían tan cansados, ni
padecerían tantas enfermedades.
Otro hábito pernicioso es el de comer inmediatamente antes de
irse a la cama. Pueden haberse tomado ya las comidas de costumbre;
pero por experimentar una sensación de debilidad, se vuelve a comer.
Cediendo así al apetito se establece un hábito tan arraigado, que
muchas veces se considera imposible dormir sin comer algo. Como
resultado de estas cenas tardías la digestión prosigue durante el
sueño; y aunque el estómago trabaja constantemente no lo hace
en buenas condiciones. Las pesadillas suelen entonces perturbar el
sueño, y por la mañana se despierta uno sin haber descansado, y
con pocas ganas de desayunar. Cuando nos entregamos al descanso,
el estómago debe haber concluído ya su tarea, para que él también
pueda descansar, como los demás órganos del cuerpo. A las personas
de hábitos sedentarios les resultan particularmente perjudiciales las
cenas tardías, y el desarreglo que les ocasionan es muchas veces
principio de alguna enfermedad que acaba en muerte.
Cómo no se debe comer
En muchos casos, la sensación de debilidad que da ganas de
comer proviene del excesivo recargo de los órganos digestivos du-
rante el día. Estos, después de haber digerido una comida, necesitan
descanso. Entre las comidas deben mediar cuando menos cinco o
seis horas, y la mayoría de las personas que quieran hacer la prueba
verán que dos comidas al día dan mejor resultado que tres.
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Los manjares no deben ingerirse muy calientes ni muy fríos. Si
la comida está fría, la fuerza vital del estómago se distrae en parte
para calentarlos antes que pueda digerirlos. Por el mismo motivo
las bebidas frías son perjudiciales, al par que el consumo de bebidas
calientes resulta debilitante. En realidad, cuanto más líquido se toma
en las comidas, más difícil es la digestión, pues el líquido debe
quedar absorbido antes de que pueda empezar la digestión. Evítese
el uso de mucha sal y el de encurtidos y especias, consúmase mucha
fruta, y desaparecerá en gran parte la irritación que incita a beber
mucho en la comida.