Página 258 - El Ministerio de Curacion (1959)

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El Ministerio de Curacion
noscabar la fuerza física o intelectual. Por mandato de Dios mismo,
la madre está bajo la más solemne obligación de ejercer dominio
propio.
El exceso de trabajo
Hay que velar con cariño por las fuerzas de la madre. En vez
de permitir que las malgaste en tareas agotadoras, hay que reducir
sus cuidados y cargas. Muchas veces el esposo y padre desconoce
las leyes físicas que el bienestar de su familia exige que conozca.
Absorto en la lucha por la vida, o empeñado en labrarse una fortuna
y acosado por cuidados y apuros, permite que caigan sobre la esposa
y madre cargas que agotan sus fuerzas en el período más crítico de
su vida y le causan debilidad y enfermedad.
Más de un marido y padre podría sacar provechosa lección del
solícito cuidado del fiel pastor. Jacob, al verse instado a emprender
difícil y apurada caminata, contestó:
“Los niños son tiernos, y ... tengo ovejas y vacas paridas; y si las
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fatigan, en un día morirán todas las ovejas. ... Me iré poco a poco
al paso de la hacienda que va delante de mí, y al paso de los niños.”
Génesis 33:13, 14
.
En el camino penoso de la vida sepa el marido y padre ir “poco
a poco” al paso en que pueda seguirle su compañera de viaje. En
medio del gentío que corre locamente tras el dinero y el poder,
aprenda el esposo y padre a medir sus pasos, a confortar y a sostener
al ser humano llamado a andar junto a él.
Alegría y buen humor
La madre debe cultivar un genio alegre, contento y feliz. Todo
esfuerzo hecho en este sentido será recompensado con creces en
el bienestar físico y el carácter moral de sus hijos. Un genio alegre
fomentará la felicidad de su familia y mejorará en alto grado su
propia salud.
Ayude el marido a su esposa con su simpatía y cariño constante.
Si quiere que se conserve lozana y alegre, de modo que sea como un
rayo de sol en la familia, ayúdele a llevar sus cargas. La bondad y la
amable cortesía que le demuestre serán para ella un precioso aliento,