Página 312 - El Ministerio de Curacion (1959)

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El Ministerio de Curacion
se seguían las huellas de Jehová. Así también debemos considerar
hoy la relación de Dios con las naciones de la tierra. Debemos ver
en la historia el cumplimiento de la profecía, estudiar las obras de la
Providencia en los grandes movimientos de reforma y comprender
la marcha de los acontecimientos que movilizan a las naciones para
el conflicto final de la gran controversia.
Semejante estudio suministrará ideas amplias y abarcantes de
la vida. Nos ayudará a comprender algo de lo que se relaciona con
ella y depende de ella. Nos enseñará cuán maravillosamente unidos
estamos en la gran fraternidad de la sociedad y de las naciones, y
hasta qué punto la opresión y la degradación de un solo miembro
perjudica a todos.
Pero la historia, tal como suele estudiarse, se relaciona con las
hazañas de los hombres, sus victorias guerreras y su éxito en alcanzar
poder y grandeza. Pero se olvida la intervención de Dios en los
asuntos de los hombres. Pocos estudian la realización del designio
divino en el levantamiento y la decadencia de las naciones.
Hasta cierto punto, la teología también tal como se la estudia
y enseña, no es más que especulación humana que “oscurece el
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consejo con palabras sin sabiduría.”
Job 38:2
. Muchas veces el
motivo para acumular tantos libros al respecto no es el deseo de
obtener de ellos alimento para el espíritu y el alma, sino más bien
la ambición de familiarizarse con filósofos y teólogos, el deseo de
presentar el cristianismo al pueblo en formas y proposiciones cultas.
No todos los libros escritos pueden contribuir al propósito de
una vida santa. “Aprended de mí—decía el gran Maestro.—Llevad
mi yugo sobre vosotros; aprended mi mansedumbre y mi humildad.”
Vuestro orgullo intelectual no os ayudará a relacionaros con las
almas que están pereciendo por falta del pan de vida. Al estudiar
estos libros, permitís que reemplacen las lecciones prácticas que
deberíais aprender de Cristo. Con los resultados de este estudio
no se alimenta al pueblo. Muy pocas de las investigaciones que
tanto fatigan la inteligencia proporcionan algo que le ayude a uno a
trabajar con éxito en bien de las almas.
El Salvador vino “para dar buenas nuevas a los pobres.”
Lucas
4:18
. En su enseñanza, hacía uso de los términos más sencillos y de
los símbolos más claros. Y “los que eran del común del pueblo le
oían de buena gana.”
Marcos 12:37
. Los que hoy procuran hacer su