Página 354 - El Ministerio de Curacion (1959)

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El Ministerio de Curacion
estas mentalidades del mismo modo; y no obstante, todas necesitan
bondad y simpatía. Mediante el trato mutuo, nuestro intelecto debe
recibir pulimento y refinamiento. Dependemos unos de otros, unidos
como estamos por los vínculos de la fraternidad humana.
“Habiéndonos formado el cielo para que dependiéramos unos de
otros, el amo, el siervo o el amigo, uno a otro le piden ayuda, hasta
que la flaqueza de uno venga a ser la fuerza de todos.”
Por medio de las relaciones sociales el cristianismo se revela al
mundo. Todo hombre y mujer que ha recibido la divina iluminación
debe arrojar luz sobre el tenebroso sendero de aquellos que no
conocen el mejor camino. La influencia social, santificada por el
Espíritu de Cristo, debe servir para llevar almas al Salvador. Cristo
no debe permanecer oculto en el corazón como tesoro codiciado,
sagrado y dulce, para que de él sólo goce su dueño. Cristo debe ser
en nosotros una fuente de agua que brote para vida eterna y refrigere
a todos los que se relacionen con nosotros.
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