Quebranta la influencia del mal, 6 de abril
Cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia.
Romanos 5:20
.
Los dones de Jesús son siempre frescos y nuevos... Cada nuevo don
aumenta la capacidad del receptor para apreciar y gozar las bendiciones del
Señor. Da gracia sobre gracia. No puede agotarse la provisión. Si moramos
en él, el recibimiento de un rico don hoy, nos asegura la recepción de un
don más rico mañana...
El don de Cristo en el festín de bodas fue un símbolo.
Juan 2:1-11
. El
agua representaba el bautismo en su muerte; el vino, el derramamiento de su
sangre por los pecados del mundo. El agua con que llenaron las tinajas fue
traída por manos humanas, pero sólo la palabra de Cristo podía impartirle
la virtud de dar vida...
La palabra de Cristo proporcionó una amplia provisión para la fiesta.
Así de abundante es la provisión de su gracia para borrar las iniquidades de
los hombres, y para renovar y sostener el alma.—
El Deseado de Todas las
Gentes, 122, 123
.
La condición en que el pecado nos ha colocado es antinatural, y el poder
que nos restaure debe ser sobrenatural, o no tendrá valor alguno. No hay
poder que pueda quebrantar el yugo del mal y libertar de él los corazones de
los hombres, sino el poder de Dios en Jesucristo. Sólo mediante la sangre
del Crucificado hay purificación del pecado. Sólo la gracia de Cristo puede
habilitarnos para resistir y dominar las inclinaciones de nuestra naturaleza
caída.—
El Ministerio de Curación, 335
. (Traducción revisada.)
Satanás se esfuerza para que los hombres no vean el amor de Dios que
lo indujo a dar a su Hijo unigénito para salvar a la raza perdida, pues es la
bondad de Dios la que guía a los hombres al arrepentimiento. ¡Oh! ¿Cómo
podremos tener éxito en presentar ante el mundo el profundo y precioso
amor de Dios? En ninguna otra forma podemos lograrlo sino exclamando:
“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de
Dios”.
1 Juan 3:1
. Digamos a los pecadores: “He aquí el Cordero de Dios,
que quita el pecado del mundo”.
Juan 1:20
...
Contemplad la cruz del Calvario. Es una garantía permanente del ilimita-
do amor, de la inconmensurable misericordia del Padre celestial.—
Mensajes
Selectos 1:451
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