Página 117 - La Maravillosa Gracia de Dios (1973)

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Edificar carácteres nobles, 14 de abril
De su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.
Juan 1:16
.
Dios espera que edifiquemos nuestros caracteres de acuerdo con la nor-
ma que él nos ha dado. Debemos colocar ladrillo sobre ladrillo, añadiendo
gracia sobre gracia, descubriendo nuestros puntos débiles y corrigiéndolos
de acuerdo con la dirección dada. Cuando se advierte una resquebrajadura
en las murallas de una mansión, sabemos que hay algo malo en el edificio.
En la edificación de nuestro carácter a menudo se ven resquebrajaduras. A
menos que remediemos estos defectos, la casa caerá cuando la tempestad
de la prueba la azote...
Dios nos da fortaleza, razonamiento y tiempo, a fin de que edifiquemos
caracteres que él pueda aprobar. Quiere que cada uno de sus hijos edifique
un carácter noble, realizando obras puras y nobles, para que al final pueda
presentar una estructura simétrica, un hermoso templo, honrado por el
hombre y Dios.—
Conducción del Niño, 151, 152
.
Un carácter noble, completo, no se hereda. No lo recibimos acciden-
talmente. Un carácter noble se obtiene mediante esfuerzos individuales,
realizados por los méritos y la gracia de Cristo. Dios da los talentos, las
facultades mentales; nosotros formamos el carácter. Lo desarrollamos sos-
teniendo rudas y severas batallas contra el yo. Hay que sostener conflicto
tras conflicto contra las tendencias hereditarias. Tendremos que criticarnos
a nosotros mismos severamente, y no permitir que quede sin corregir un
solo rasgo desfavorable.—
Mensajes para los Jóvenes, 97
.
Por la vida que vivimos mediante la gracia de Cristo se forma el carácter.
La belleza original empieza a ser restaurada en el alma. Los atributos del
carácter de Cristo son impartidos, y la imagen del Ser divino empieza a
resplandecer. Los rostros de los hombres y mujeres que andan y trabajan
con Dios expresan la paz del cielo. Están rodeados por la atmósfera celestial.
Para esas almas, el reino de Dios empezó ya. Tienen el gozo de Cristo,
el gozo de beneficiar a la humanidad. Tienen la honra de ser aceptados
para servir al Maestro; se les ha confiado el cargo de hacer su obra en su
nombre.—
El Deseado de Todas las Gentes, 279
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