Página 162 - La Maravillosa Gracia de Dios (1973)

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La sangre del pacto, 27 de mayo
Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor
Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno,
os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad.
Hebreos 13:20, 21
.
Para muchos ha sido un misterio por qué se requerían tantas ofrendas
de sacrificio en la dispensación antigua, por qué se llevaban tantas víctimas
sangrantes al altar. Pero la gran verdad que se presentó al hombre para
que imprimiera en su mente y en su corazón es ésta: “Sin derramamiento
de sangre no se hace remisión”.
Hebreos 9:22
. Cada sacrificio sangriento
representaba “al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”.
Juan
1:29
.
Cristo mismo fue el originador del sistema de culto judío, en el cual,
mediante tipos y símbolos, se representaban las cosas espirituales y ce-
lestiales. Muchos olvidaron el verdadero significado de estas ofrendas; y
la gran verdad de que por medio de Cristo solamente hay perdón para el
pecado, se perdió para ellos. La multiplicación de las ofrendas de sacrificio,
la sangre de becerros y carneros, no podía quitar el pecado.—
The S.D.A.
Bible Commentary 7:932, 933
.
Había una lección implícita en cada sacrificio, impresa en cada ceremo-
nia, solemnemente predicada por el sacerdote en su santo oficio, e inculcada
por Dios mismo: que sólo por medio de la sangre de Cristo hay perdón de
pecados.—
Ibid. 933
.
Los antiguos creyentes eran salvados por el mismo Salvador de la
actualidad, pero era un Dios velado. Veían la misericordia de Dios en
figuras... El sacrificio de Cristo es el glorioso cumplimiento de todo el
sistema judaico... Cuando como ofrenda impoluta Cristo inclinó la cabeza
y murió, cuando mediante la mano invisible del Todopoderoso el velo del
templo se partió en dos, se abrió un camino nuevo y viviente: todos pueden
acercarse a Dios ahora por medio de los méritos de Cristo. Debido a que el
velo ha sido rasgado, los hombres pueden acercarse a Dios. No necesitan
depender ni de sacerdote ni de sacrificio ceremonial. Se da libertad a todos
para ir directamente a Dios por medio de un Salvador personal.—
Ibid. 932
.
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