Página 271 - La Maravillosa Gracia de Dios (1973)

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Nuestra fortaleza y seguridad, 8 de septiembre
Fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Efesios 6:10
.
Muchos son espiritualmente débiles porque se miran a sí mismos en
lugar de mirar a Cristo... Cristo es el gran almacén del cual podemos extraer
en cada ocasión fortaleza y felicidad. ¿Por qué, entonces, apartamos los ojos
de su suficiencia para contemplar nuestra debilidad y lamentarnos por ella?
¿Por qué nos olvidamos de que él está listo para ayudarnos en todo momento
de necesidad? Lo deshonramos cuando hablamos de nuestra ineficiencia.
En lugar de mirarnos a nosotros mismos, contemplemos constantemente a
Jesús, siendo cada día más semejantes a él, más y más capaces de hablar de
él, mejor preparados para aprovecharnos de su bondad y su auxilio, y para
recibir las bendiciones que nos ofrece. Al vivir así en comunión con él nos
fortaleceremos con su fuerza, y seremos de ayuda y bendición para quienes
nos rodean.—
The Review and Herald, 1 de octubre de 1908
.
Cristo ha hecho toda provisión para que seamos fuertes. Nos ha dado su
Espíritu Santo, cuyo oficio es recordarnos todas las promesas que Cristo ha
hecho, para que tengamos paz y una dulce sensación de perdón. Si tan sólo
mantenemos los ojos fijos en el Salvador y confiamos en su poder, seremos
llenados de una sensación de seguridad, pues la justicia de Cristo llegará a
ser nuestra justicia...
Cuando las tentaciones os asalten, como ciertamente ocurrirá, cuando la
preocupación y la perplejidad os rodeen, cuando, desanimados y angustia-
dos, estéis a punto de entregaros a la desesperación, mirad, oh, mirad hacia
donde visteis con el ojo de la fe por última vez la luz, y la oscuridad que os
rodee se disipará a causa del brillo de su gloria. Cuando el pecado luche por
enseñorearse de vuestra alma y abrume la conciencia, cuando la increduli-
dad nuble la mente, acudid al Salvador. Su gracia es suficiente para dominar
el pecado. El nos perdonará y nos hará gozosos en Dios.—
Mensajes para
los Jóvenes, 105, 106
.
Dios quiere que se expandan nuestras mentes... Hemos de ser uno con
Cristo como él es uno con el Padre. Y el Padre nos amará como ama a
su Hijo. Podemos tener la misma ayuda que tuvo Cristo, podemos tener
fortaleza para cada emergencia, pues Dios será nuestra vanguardia y nuestra
retaguardia. Nos protegerá por todos lados.—
Mensajes Selectos 1:486
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