Página 312 - La Maravillosa Gracia de Dios (1973)

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En humildad, 17 de octubre
Revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da
gracia a los humildes.
1 Pedro 5:5
.
La devoción abnegada y el amor confiado manifestados en la vida y el
carácter de Juan, presentan lecciones de incalculable valor para la iglesia
cristiana. Juan no poseía por naturaleza la belleza de carácter que reveló en
su postrer experiencia. Tenía defectos graves. No solamente era orgulloso,
pretencioso y ambicioso de honor, sino también impetuoso, resintiéndose
por la injusticia... Pero, debajo de ello el Maestro divino discernía un
corazón ardiente, sincero y amante. Jesús reprendió su egoísmo, frustró sus
ambiciones, probó su fe, y le reveló aquello por lo que su alma suspiraba:
la hermosura de la santidad, el poder transformador del amor.
Las lecciones de Cristo, al recalcar la mansedumbre, la humildad y
el amor como esenciales para crecer en gracia e idoneidad para su obra,
eran del más alto valor para Juan. Atesoraba cada lección y procuraba
constantemente poner su vida en armonía con el ejemplo divino. Juan había
comenzado a discernir la gloria de Cristo—no la pompa mundana y el poder
que le habían enseñado a esperar—, sino la “gloria como del unigénito del
Padre, lleno de gracia y de verdad”.
Juan 1:14
... Juan deseaba llegar a ser
semejante a Jesús, y bajo la influencia transformadora del amor de Cristo,
llegó a ser manso y humilde. Su yo estaba escondido en Jesús.—
Los Hechos
de los Apóstoles, 430, 434
.
El Señor Jesús busca la cooperación de los que quieran ser conductos
limpios para la comunicación de su gracia. Lo primero que deben aprender...
es la lección de desconfianza en sí mismos; entonces estarán preparados
para que se les imparta el carácter de Cristo. Este no se obtiene por la
educación en las escuelas más científicas. Es fruto de la sabiduría que se
obtiene únicamente del Maestro divino...
Hombres de la más alta educación en las artes y las ciencias han apren-
dido preciosas lecciones de los cristianos de vida humilde a quienes el
mundo llamaba ignorantes. Pero estos oscuros discípulos habían obtenido
su educación... a los pies de Aquel que habló como “jamás habló hombre
alguno”.
Juan 7:46
.—
El Deseado de Todas las Gentes, 215, 216
.
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