Página 34 - La Maravillosa Gracia de Dios (1973)

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Un escudo para defendernos, 25 de enero
Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los
dardos de fuego del maligno.
Efesios 6:16
.
Satanás aguarda su oportunidad para arrebatar las gracias preciosas
cuando estamos desprevenidos, y tendremos que sostener un severo conflic-
to con las potestades de las tinieblas para retenerlas, o para recuperar una
gracia celestial si por falta de vigilancia la perdemos. Pero... es privilegio
de los creyentes obtener fuerza de Dios para retener todo don precioso.
La oración ferviente y eficaz será tenida en cuenta en el cielo. Cuando los
siervos de Cristo toman el escudo de la fe para defenderse, y la espada del
Espíritu para la guerra, hay peligro en el campamento del enemigo.—
Joyas
de los Testimonios 1:158, 159
.
En medio de las trampas a las cuales todos están expuestos, necesitan
defensas fuertes y dignas de confianza en las cuales descansar. Muchos
en esta era corrupta tienen tan poca provisión de la gracia de Dios, que
en muchos casos sus defensas se quebrantan al primer asalto, y las fieras
tentaciones los arrastran cautivos. El escudo de la gracia puede mantener a
todos invictos frente a las tentaciones del enemigo, aunque estén rodeados
de las más corruptas influencias. Gracias al firme apego a los principios y a
la inconmovible confianza en Dios, su virtud y nobleza de carácter pueden
resplandecer y, aunque se encuentren rodeados por el mal, ninguna mancha
se depositará sobre su virtud y su integridad.—
Spiritual Gifts 3:145, 146
.
La obra de vencer el mal debe ser hecha por la fe. Los que salgan al
campo de batalla encontrarán que deben revestirse de toda la armadura
de Dios. El escudo de la fe será su defensa, y los habilitará a ser más que
vencedores. Ninguna otra cosa tendrá valor sino la fe en Jehová de los
ejércitos, y la obediencia a sus órdenes. Los vastos ejércitos pertrechados
con todas las otras cosas no tendrán valor alguno en el último gran conflicto.
Sin fe, una hueste angélica no podría ayudar. Solamente la fe viva los hará
invencibles, y los habilitará para subsistir en el día malo, manteniéndose
firmes, inconmovibles, y conservando firme hasta el fin el comienzo de su
confianza.—
Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la
Educación Cristiana, 141
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—M. G. de D.
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