La escuela del cielo, 23 de diciembre
Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz
de tus hijos.
Isaías 54:13
.
El cielo es una escuela; su campo de estudio, el universo; su maestro, el
Ser infinito. En el Edén fue establecida una filial de esta escuela y, una vez
consumado el plan de redención, se reanudará la educación en la escuela
del Edén...
Entre la escuela establecida al principio en el Edén y la escuela futura,
se extiende todo el período de la historia de este mundo, historia de la
transgresión y del sufrimiento humano, del sacrificio divino, y de la victoria
sobre la muerte y el pecado. En la escuela de la vida futura no se hallarán
todas las condiciones de la primera escuela del Edén. Ningún árbol del
conocimiento del bien y del mal ofrecerá oportunidad a la tentación. No hay
allí tentador ni posibilidad de injusticia. Todos los caracteres han resistido
la prueba del mal, y han dejado de ser susceptibles a su poder...
¡Qué campo se abrirá allí a nuestro estudio cuando se quite el velo que
oscurece nuestra vista y nuestros ojos contemplen ese mundo de belleza
del cual ahora tenemos vislumbres por medio del microscopio; cuando
contemplemos las glorias de los cielos estudiados ahora por medio del
telescopio; cuando, borrada la mancha del pecado, toda la tierra aparezca en
“la hermosura de Jehová vuestro Dios”!
Salmos 90:17
. Allí el estudiante de
la ciencia podrá leer los informes de la creación, sin hallar señales de la ley
del mal. Escuchará la música de las voces de la naturaleza y no descubrirá
ninguna nota de llanto ni voz de dolor. En todas las cosas creadas descubrirá
una escritura, en el vasto universo contemplará “el nombre de Dios escrito
en grandes caracteres” y ni en la tierra, ni en el mar, ni en el cielo, quedará
señal del mal.—
La Educación, 291-293
.
Los que hayan sacado el mayor partido posible de sus privilegios para
alcanzar los más elevados logros aquí, llevarán estas valiosas adquisiciones
con ellos a la vida futura. Han buscado y obtenido lo inmarcesible. La
capacidad para apreciar las glorias que “ojo no vio, ni oído oyó” (
1 Corin-
tios 2:9
), será proporcionada a los niveles alcanzados en el cultivo de las
facultades en esta vida.—
Fundamentals of Christian Education, 49
.
[366]
378