Página 94 - La Maravillosa Gracia de Dios (1973)

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Compartamos los sufrimientos de Cristo, 23 de marzo
Gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo,
para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran
alegría.
1 Pedro 4:13
.
Tenemos que hacer ejercicio para ser fuertes. Para disponer de una
fe fuerte, debemos ser puestos en circunstancias tales que nuestra fe se
ejercite... Vamos a entrar en el reino de Dios a través de mucha tribulación.
Nuestro Salvador fue probado de todas las maneras posibles, no obstante
lo cual triunfó en Dios continuamente. Es nuestro privilegio ser fuertes
con la fortaleza de Dios en toda circunstancia y gloriarnos en la cruz de
Cristo.—
Testimonies for the Church 3:67
.
En esta vida debemos arrostrar pruebas de fuego y hacer sacrificios
costosos, pero la paz de Cristo es la recompensa. Ha habido tan poca
abnegación, tan poco sufrimiento por amor a Cristo, que la cruz queda
casi completamente olvidada. Debemos participar de los sufrimientos de
Cristo si queremos sentarnos en triunfo con él sobre su trono.—
Joyas de
los Testimonios 2:69
.
El cielo está muy cerca de aquellos que sufren por causa de la justicia.
Cristo identifica sus intereses con los de su pueblo fiel; sufre en la persona
de sus santos; y cualquiera que toque a sus escogidos le toca a él. El poder
que está cerca para librar del mal físico o de la angustia está también cerca
para salvar del mal mayor, para hacer posible que el siervo de Dios mantenga
su integridad en todas las circunstancias y triunfe por la gracia divina.—
La
Historia de Profetas y Reyes, 400
.
La persecución debe llenar de alegría a los discípulos de Cristo; porque
es prueba de que siguen los pasos de su Maestro.
Aunque el Señor no prometió eximir a su pueblo de tribulación, le
prometió algo mucho mejor. Le dijo: “Como tus días tu fortaleza”.
Deute-
ronomio 33:25
. “Bástate mi gracia; porque mi potencia en la flaqueza se
perfecciona”.
2 Corintios 12:9
. Si somos llamados a entrar en el horno de
fuego por amor de Jesús, él estará a nuestro lado, así como estuvo con los
tres fieles en Babilonia. Los que aman a su Redentor se regocijarán por toda
oportunidad de compartir con él la humillación y el oprobio. El amor que
sienten hacia su Señor dulcifica el sufrimiento por su causa.—
El Discurso
Maestro de Jesucristo, 31
.
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