Página 97 - La Maravillosa Gracia de Dios (1973)

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Una experiencia sagrada, 26 de marzo
Tema a Jehová toda la tierra; teman delante de él todos los habitantes
del mundo.
Salmos 33:8
.
Los santos ángeles se han disgustado debido a la forma irreverente en
que muchos han usado el nombre de Dios, el gran Jehová. Los ángeles
mencionan el sagrado nombre con la mayor reverencia, velando siempre
sus rostros cuando pronuncian el nombre de Dios; y el nombre de Cristo es
tan sagrado para ellos que lo repiten con la más grande de las reverencias.—
Testimonies for the Church 1:410
.
La verdadera reverencia hacia Dios nos es inspirada por un sentido de
su infinita grandeza y un reconocimiento de su presencia. Este sentido del
Invisible debe impresionar profundamente todo corazón. La presencia de
Dios hace que tanto el lugar como la hora de la oración sean sagrados.
Y al manifestar reverencia por nuestra actitud y conducta, se profundiza
en nosotros el sentimiento que la inspira. “Santo y temible es su nombre”
(
Salmos 111:9, VM
), declara el salmista.—
La Historia de Profetas y Reyes,
34
.
Convendría tanto a los jóvenes como a los viejos estudiar, meditar y
a menudo repetir aquellas palabras de la Santa Escritura que muestran
cómo debería considerarse el lugar señalado por la presencia especial de
Dios. “Quita el calzado de tus pies—ordenó Dios a Moisés junto a la zarza
ardiente—; porque el lugar en que estás, tierra santa es”.
Éxodo 3:5
. Jacob,
después de contemplar la visión de los ángeles, exclamó: “Jehová está en
este lugar, y yo no lo sabía... No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del
cielo”.
Génesis 28:16, 17
. “Jehová empero está en su santo templo: guarde
silencio delante de él toda la tierra”.
Habacuc 2:20
.
“Porque Jehová es Dios grande
y Rey grande sobre todos los dioses...
¡Venid, postrémonos, y encorvémonos;
arrodillémonos ante Jehová nuestro Hacedor!”
“El nos hizo, y nosotros somos suyos,
su pueblo y las ovejas de su dehesa.
¡Entrad en sus puertas con acciones de gracias,
y en sus atrios con alabanza!
¡Dadle gracias y bendecid su nombre!”
Salmos 95:3, 6
;
100:3, 4
.—
La Educación, 237, 238
.
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