Capítulo 32—El crecimiento en la gracia
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“Creced en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y
Salvador Jesucristo”
Es privilegio de los jóvenes crecer en gracia
espiritual y conocimiento, a medida que crecen en Cristo. Podemos
llegar a conocer más y más de Jesús, escudriñando con interés las
Escrituras, y andando por los caminos de la verdad y la justicia que
en ella se revelan. Los que crecen continuamente en la gracia serán
constantes en la fe, y avanzarán.
El crecimiento es necesario para la estabilidad
Cada joven que se ha propuesto ser un discípulo de Jesucristo
debería tener un ferviente deseo en su corazón de alcanzar la más
elevada norma cristiana, de ser obrero con Cristo. Si se propone
como blanco figurar entre los que serán presentados sin faltas ante
el trono de Dios, avanzará continuamente. El único modo de per-
manecer firme es progresar diariamente en la vida divina. La fe
aumentará si, cuando se halla en conflicto con dudas y obstáculos,
los vence. La verdadera santificación es progresiva. Si crecen en la
gracia y el conocimiento de Jesucristo, aprovecharán todo privilegio
y oportunidad de obtener más conocimiento de la vida y el carácter
de Cristo.
La fe en Jesús aumentará a medida que se familiaricen más con el
Redentor espaciándose en su vida inmaculada y en su infinito amor.
No pueden deshonrar más a Dios que profesando ser sus discípulos
mientras se mantienen distanciados de él, y no se alimentan y nutren
por su Espíritu Santo. Cuando crezcan en gracia, les gustará asistir a
las reuniones religiosas, y darán gustosamente testimonio del amor
de Cristo delante de la congregación. Dios, por su gracia, puede hacer
prudente al joven, y dar a los niños conocimiento y experiencia. Unos
y otros pueden crecer diariamente en gracia. No deberían medir su
fe por los sentimientos.
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