El crecimiento en la gracia
117
No hay límite para el bien que pueden hacer. Si hacen de la
Palabra de Dios la regla de la vida, y gobiernan las acciones por sus
preceptos, haciendo de todos los propósitos y esfuerzos una bendi-
ción y no una maldición para otros, el éxito coronará su empeño.
Se han puesto en relación con Dios; han llegado a ser un conduc-
to de luz para otros. Son honrados por el hecho de constituirse en
colaboradores de Jesús, y no pueden recibir mayor honor que la
bienaventurada bendición de los labios del Salvador: “¡Bien, sier-
vo bueno y fiel! [...] entra en el gozo de tu Señor”
The Youth’s
Instructor, 1 de septiembre de 1886
.
La entrega de sí mismo
El Redentor no aceptará un servicio a medias. Diariamente el que
trabaja para Dios debe aprender el significado de la entrega propia.
[87]
Debe estudiar la Palabra de Dios, aprender su significado y obedecer
sus preceptos. Así puede alcanzar el nivel de la excelencia cristiana.
Día tras día Dios obra con él, perfeccionando el carácter que ha de
subsistir en el tiempo de la prueba final. Y día tras día el creyente
está verificando ante los hombres y los ángeles un experimento
sublime, demostrando lo que el evangelio puede hacer por los seres
humanos caídos.—
Obreros Evangélicos, 118
.
2 Pedro 3:18
.
Mateo 7:7-11
.
Salmos 84:11
.
Salmos 34:9, 10
.
Salmos 34:13-18
.
Santiago 1:5
.
Mateo 25:23
.