La necesidad de consejo y dirección
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las preferencias de sus padres, ni a su criterio maduro. El egoísmo
ha cerrado la puerta de su corazón al afecto filial. Es necesario des-
pertar las mentes de los jóvenes en cuanto a este asunto. El quinto
mandamiento es el único que lleva anexada una promesa, pero es
considerado con ligereza e incluso completamente ignorado por la
pretensión del enamorado. El desprecio del amor de una madre y
la falta de consideración al cuidado de un padre son pecados ya
registrados contra muchos jóvenes.
Uno de los mayores errores relacionados con este asunto es que
los jóvenes sin experiencia no quieren que sus sentimientos sean
perturbados, que nadie se entrometa en su amor. Si ha habido alguna
vez un asunto que necesite ser considerado desde todo punto de vista,
es este. La ayuda de la experiencia de otros y una consideración
cuidadosa del tema en todos sus aspectos, son cosas positivamente
esenciales. Es una cuestión tratada enteramente a la ligera por la
mayoría de la gente.
Jóvenes amigos, pidan consejo a Dios y a sus padres temero-
sos de Dios. Oren por el tema. Pesen cada sentimiento, y observen
el desarrollo del carácter de la persona con quien piensan ligar el
destino de su vida. El paso que están por dar es uno de los más im-
portantes de su vida, y no debieran darlo precipitadamente. Aunque
puedan amar, no amen ciegamente.
Examinen cuidadosamente las cosas para ver si su vida matri-
monial será feliz, o desavenida y desgraciada. Pregúntense: “¿Me
ayudará esta unión a ir al cielo? ¿Hará aumentar mi amor a Dios?
¿Agrandará mi esfera de utilidad en esta vida?” Si estas reflexiones
no presentan inconvenientes, avancen en el temor de Dios.
Pero si se ha contraído un compromiso sin una comprensión
plena del carácter de la persona con quien piensan unirse, no crean
que el compromiso hace realmente necesario que carguen con el
voto matrimonial y se liguen para toda la vida con alguien a quien
no pueden amar ni respetar. Tengan mucho cuidado al hacer un
compromiso condicional; pero será mejor, mucho mejor, romper
ese compromiso antes del matrimonio que separarse después, como
hacen muchos.
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