Página 423 - Mensajes para los J

Basic HTML Version

Casándose y dando en casamiento
419
Ningún efecto tiene lo que puedan decir los hombres y las muje-
res de experiencia; es impotente para cambiar la decisión a la cual
los han conducido sus deseos. Pierden el interés en la reunión de
oración y en todo lo que pertenece a la religión. Están cegados mu-
tuamente y descuidan los deberes de la vida, como si fueran asuntos
[323]
de poca importancia. Noche tras noche estos jóvenes queman el
aceite de medianoche hablando, ¿acaso de cosas de interés solemne?
¡Oh, no! De cosas frívolas, sin ninguna importancia.
La violación de las leyes de la salud y del recato
Los ángeles de Satanás montan guardia junto a quienes dedican
buena parte de la noche a las entrevistas amorosas. Si pudieran ser
abiertos sus ojos verían a un ángel tomando nota de sus palabras y
actos. Están violando las leyes de la salud y la modestia. Sería mejor
que reservaran algunas horas de noviazgo para su vida matrimo-
nial. Pero, por lo general, con el matrimonio termina toda devoción
manifestada durante los días del noviazgo.
Esas horas nocturnas de disipación, en esta época de deprava-
ción, llevan frecuentemente a la ruina a las dos personas que se
entregan a ellas. Satanás se regocija, y se deshonra a Dios cuando
los hombres y las mujeres se deshonran a sí mismos. El buen nombre
del honor es sacrificado bajo el hechizo de esta ceguera, y no puede
ser solemnizado el matrimonio de tales personas bajo la aprobación
de Dios. Se han casado porque la pasión los impulsó, y cuando haya
pasado la novedad del asunto, empezarán a darse cuenta de lo que
han hecho. A los seis meses de haber hecho el voto, sus sentimientos
han experimentado un cambio. En la vida conyugal, cada uno ha
llegado a conocer mejor el carácter del compañero escogido. Cada
uno descubre imperfecciones que no se veían durante la ceguera y
locura de sus relaciones anteriores. Las promesas hechas ante el altar
ya no los ligan. Como consecuencia de los matrimonios precipitados
hay, aun entre el pueblo profeso de Dios, separaciones, divorcios y
gran confusión en la iglesia.