Página 293 - Mensajes Para los J

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Capítulo 101—“Honra a Jehová de tu sustancia”
“¿Cuanto debes a mi Señor?
¿Hemos de recibir todas las bendi-
ciones de mano de Dios y no retribuirle, ni siquiera dándole nuestro
diezmo, la porción que él se ha reservado? Ha llegado a ser una
costumbre pasar de la línea del sacrificio a la senda de la compla-
cencia propia. Pero, ¿recibiremos continuamente sus favores con
indiferencia sin corresponder en ninguna forma a su amor?
¿No queréis, queridos jóvenes, haceros misioneros de Dios?
¿Queréis, como no lo habéis hecho antes, aprender las preciosas
lecciones de hacer donativos al Señor poniendo en la tesorería parte
de lo que él os ha dado generosamente para vuestro gozo? Sea lo que
fuere aquello que hayáis recibido, devolved una porción al Dador
como ofrenda de gratitud. También debería entregarse una parte a la
tesorería para obra misionera tanto en el país como en el extranjero.
Tesoros en el cielo
La causa de Dios debería estar muy cerca de nuestros corazones.
La luz de la verdad llegará a ser una gran bendición para otras
familias si los padres y los hijos de la familia que ya ha recibido su
bendición la comunican a otros. Pero cuando las dádivas de Dios,
tan rica y abundantemente prodigadas, se retienen de él y se destinan
egoístamente a nosotros mismos se experimentará seguramente la
maldición de Dios en lugar de su bendición, pues el Señor lo ha
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declarado. El derecho de Dios debe anteponerse a cualquier otro,
y debe satisfacerse primero. Luego, hay que atender a los pobres y
los necesitados. No se los debe descuidar, sea cual fuere el costo o
sacrificio para nosotros.
“Y haya alimento en mi casa”
Es deber nuestro ser temperantes
en todas las cosas: en el comer, en el beber y en el vestir. Deberíamos
considerar cuidadosamente nuestras casas y el moblaje de nuestros
Lucas 16:5
Malaquías 3:10
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