Página 406 - Mensajes Para los J

Basic HTML Version

402
Mensajes Para los Jóvenes
actuales, con la baja norma que hasta los cristianos profesos se
conforman con alcanzar, la conversación es vulgar y sin provecho.
Es de la tierra, terrena, y no tiene el sabor de la verdad o del cielo, y
no se eleva ni siquiera hasta la norma de la clase más culta de los
mundanos.
Un vigoroso proceso de santificación
Cuando Cristo y el cielo son los temas de meditación, la con-
versación dará evidencia del hecho. El lenguaje estará sazonado
de gracia, y el que habla mostrará que ha estado educándose en la
escuela del divino Maestro. El salmista dice: “Escogí el camino
de la verdad; he puesto tus juicios delante de mí”
El atesoró la
Palabra de Dios. Esta halló entrada en su entendimiento, no para ser
desatendida, sino para ser practicada en su vida...
Día tras día, hora tras hora, debe efectuarse en el interior un pro-
ceso vigoroso de abnegación y santificación, y las obras exteriores
darán entonces testimonio de que Jesús mora en el corazón por la fe.
[426]
La santificación no cierra las avenidas del alma al saber, sino que
acude para desarrollar la mente e inspirarle el deseo de investigar
la verdad, como si fuera un tesoro oculto; y el conocimiento de la
voluntad de Dios hace avanzar la obra de la santificación. Hay un
cielo, y ¡cuán fervientemente deberíamos esforzarnos por llegar a
él!
Os ruego a vosotros, estudiantes de nuestros colegios, que creáis
en Jesús como vuestro Salvador. Creed que él está dispuesto a ayu-
daros por su gracia cuando acudís sinceramente a él. Debéis pelear
la buena batalla de la fe. Debéis luchar por la corona de la vida.
Esforzaos, porque la garra de Satanás está sobre vosotros y si no
os libráis de él, seréis paralizados y arruinados. El enemigo está a
derecha e izquierda, delante y detrás de vosotros, y debéis pisotearlo.
Esforzaos, porque hay una corona por conquistar. Esforzaos, porque
si no ganáis la corona, perdéis todo en esta vida y en la futura. Es-
forzaos, pero con la fuerza de vuestro Salvador resucitado (
Review
and Herald,
agosto 21, 1888
).
[427]
Salmos 119:30
.