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Mensajes Para los Jóvenes
Tendrás que constituirte en fiel centinela de tus ojos, oídos y sentidos
si quieres gobernar tu mente e impedir que los pensamientos vanos
y corruptos manchen tu alma. Sólo el poder de la gracia puede llevar
a cabo esta obra tan deseable. Eres débil en este sentido.
El sometimiento de las pasiones y los afectos
Te has vuelto voluntariosa, audaz y temeraria. La gracia de Dios
no tiene lugar en tu corazón. Sólo por la potencia de Dios puedes
hacerte recipiente de su gracia e instrumento de justicia. No sólo
requiere Dios que domines tus pensamientos, sino también tus pa-
siones y afectos. Tu salvación depende de que te gobiernes en estas
cosas. Las pasiones y los afectos son agentes poderosos. Mal apli-
cados, puestos en acción por motivos equivocados, mal orientados,
son poderosos para producir tu ruina y convertirte en un destrozo
miserable, sin Dios y sin esperanza.
La imaginación debe ser positiva y persistentemente gobernada
si se quiere someter las pasiones y los afectos a la razón, la con-
ciencia y el carácter. Estás en peligro, pues te hallas a punto de
sacrificar tus intereses eternos en el altar de las pasiones. La pasión
está obteniendo el manejo positivo de tu ser entero; ¿qué clase de
pasión? la baja y destructora. Si cedes a ella, amargarás la vida de
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tus padres, afligirás y avergonzarás a tus hermanas, sacrificarás tu
propio carácter y perderás el derecho al cielo y a una gloriosa vida
inmortal. ¿Estás dispuesta a hacer esto? Te ruego que te detengas
donde estás. No des un paso más en tu proceder terco y desenfre-
nado, pues te esperan la miseria y la muerte. A menos que ejerzas
el dominio propio sobre tus pasiones y afectos, te harás de mala
fama ante todos los que te rodean y acarrearás sobre tu carácter una
desgracia que durará mientras vivas.
Eres desobediente a tus padres, descarada, desagradecida y pro-
fana. Estos rasgos miserables son los frutos de un árbol corrupto.
Eres atrevida. Te gustan los muchachos y te agrada hacerlos tema
de tu conversación. “De la abundancia del corazón habla la bo-
ca”
Los hábitos han llegado a ser poderosos hasta dominarte y has
aprendido a engañar para llevar a cabo tus propósitos y realizar tus
deseos.—
Testimonios para la Iglesia 2:560-562
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Mateo 12:34
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