Para prepararlos en muchas ramas de trabajo
Hay una preciosa obra que hacer en relación con los intereses del
sanatorio y de la escuela de Loma Linda; y ésta se hará cuando todo
se encauce hacia ese objetivo. La Palabra de Dios debe ser nuestro
libro de texto. En la unidad que se empieza a percibir en nuestro
pueblo se puede ver que Dios obra en nuestro medio...
En nuestra escuela de Loma Linda, muchos pueden educarse para
trabajar como misioneros en la causa de la salud y la temperancia.
Debe emplearse a los mejores maestros en esta obra educativa: no
hombres que estimen altamente sus propias capacidades, sino los
que anden en forma circunspecta, dependiendo completamente del
Señor...
Si los profesores de las ramas médicas mantienen siempre su
lugar, veremos que se hace una buena obra. De mi alma brotan
constantes oraciones a Dios para que él preserve al honesto de
corazón, de modo que no sea desviado por los que están en confusión
y tinieblas.
Los maestros deben prepararse en muchas ramas de trabajo. Se
deben fundar escuelas en lugares donde no se han hecho esfuerzos...
La verdad, la verdad bíblica, debe presentarse en muchos lugares. Se
representa a Cristo como identificándose con todos los necesitados
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de la tierra cuando dice: “En cuanto lo hicisteis a uno de estos mis
hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”.
Todos debieran dedicar sus mejores esfuerzos para ampliar su
experiencia. Estamos en una situación de lo más crítica; pero Cristo
se identifica con nuestras necesidades. Los cristianos deben apren-
der diariamente de Cristo. Se requieren ahora nervios y músculos
espirituales para presentar los principios de la verdad a toda ciudad,
pueblo y villa. Se deben apreciar y cultivar los diferentes talentos
y con todo esto todavía necesitamos la verdadera sabiduría. Puede
que no veamos nuestra necesidad de buscar consejo de Dios; pero el
verdadero cristiano en todo lugar inquirirá cuál es la voluntad del
Señor con relación a su obra individual...
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