Página 173 - El Ministerio M

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Nuestra relación con los requerimientos legales
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Nuestros obreros deben entender bien la vida de Cristo y su
manera de obrar. El Señor ayudará a los que deseen cooperar con
él como médicos, si aprenden de él cómo tratar a los dolientes. Él
ejercerá su poder por medio de ellos para la curación de los enfermos.
Cooperación con el gran médico
La intemperancia y la impiedad aumentan por doquier. La obra
de la temperancia debe comenzar en nuestro propio corazón. Y la
tarea del médico debe comenzar comprendiendo las obras y las ense-
ñanzas del Gran Médico. Cristo dejó los atrios celestiales para poder
ministrar al enfermo y al doliente de la tierra. Debemos cooperar con
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el Jefe de los médicos, andando en toda humildad de mente delante
de él. Entonces el Señor bendecirá nuestros resueltos esfuerzos para
aliviar a la humanidad doliente. Esto no se hará con el uso de drogas
venenosas, sino por el uso de remedios sencillos. Debemos tratar
de corregir los falsos hábitos y prácticas, y enseñar lecciones de
abnegación. La complacencia del apetito es el mayor mal contra el
cual debemos luchar.
La verdad que el Señor Jesucristo trajo enseña que la humanidad,
por medio de la obediencia a la verdad como es en Jesús, puede
apropiarse del poder para vencer las corrupciones que hay en el
mundo a causa de la concupiscencia. El alma puede convertirse y
transformarse a la semejanza de Cristo mediante una fe viviente en
los méritos de Cristo. Los ángeles de Dios estarán al lado de los que
con mente humilde aprendan diariamente las lecciones que Cristo
enseñó.—
Carta 140, 1909
.
* * * * *
Para estudio adicional
La Facultad de Evangelistas de Loma Linda:
Testimonios para
la Iglesia 9:139-143
.
Los obreros que deben ser preparados en Loma Linda:
Consejos
para los Maestros Padres y Alumnos, 451-456
.
Los estudiantes deben cooperar con la iglesia y con el ministerio:
Consejos sobre la salud, 517, 518
;
Testimonies for the Church 6:291
.