Página 188 - El Ministerio M

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Dios revelado en su palabra y en sus obras
Que nadie enseñe cosas que el Redentor, el Dueño del hombre, de
su cuerpo, alma y espíritu, no ha enseñado. No necesitamos ninguna
enseñanza fantasiosa referente a la personalidad de Dios. Lo que
Dios desea que sepamos de él está revelado en su Palabra y en sus
obras. Las cosas hermosas de la naturaleza reflejan su carácter y su
poder como Creador. Son su regalo a la raza humana, para mostrar
su poder y demostrar que él es un Dios de amor. Pero nadie está
autorizado a decir que Dios mismo en persona está en una flor, en
una hoja o en un árbol. Estas cosas son la creación de Dios y revelan
su amor a la raza humana.
Pero tomar las obras de Dios, y considerarlas como personifica-
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ciones de él, es una representación temeraria y equivocada de Dios.
Fui llamada al comienzo de mis labores para enfrentar esta clase de
representación, cuando en mi juventud el Señor me comisionó para
ir y proclamar lo que él me había ordenado proclamar. Y mientras
el Señor me dirija, debo ahora hacer lo que pueda para contrarrestar
toda esa enseñanza, y las teorías que llevan a tales conceptos. Los
que abrazan estas teorías no saben adónde se encaminan.
Lo que necesitamos con más urgencia es un conocimiento expe-
rimental de Dios como está revelado en su Palabra. Tal conocimiento
nos capacitaría para ver nuestra imperfección de carácter y nuestra
ignorancia respecto a nuestro Señor y Salvador Jesucristo...
Conjeturas referentes a Dios
Los talentos y conjeturas humanos han tratado de descubrir a
Dios por medio de la investigación. Muchos han recorrido esta
senda. El intelecto más alto puede utilizar su máxima capacidad en
la elaboración de conjeturas referentes a Dios hasta que se desgaste;
pero el esfuerzo será inútil, y permanecerá el hecho de que el hombre
no puede encontrar a Dios por medio de la investigación. No se nos
ha dado la tarea de resolver este problema. Todo lo que el hombre
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