Página 220 - El Ministerio M

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Un sistema peligroso de cura mental
Estoy tan preocupada por su caso que debo continuar escribién-
dole, no sea que en su ceguera no vea dónde necesita reformarse. Se
me instruye que usted está albergando ideas que Dios ha prohibido
contemplar. Me refiero a ellas como una especie de cura mental.
Usted supone que puede utilizar esta cura mental en su trabajo pro-
fesional como médico. En tono ferviente de advertencia se dijeron
estas palabras: Cuidaos, cuidaos de dónde colocáis los pies y adónde
lleváis la mente. Dios no os ha señalado esta obra. La teoría de que
una mente controle a otra mente es originada por Satanás para in-
troducirse como el obrero principal y establecer la filosofía humana
donde debe estar la divina.
Ningún hombre o mujer debiera ejercer su voluntad para contro-
lar los sentidos o la razón de otra persona, de tal manera que la mente
de aquella persona se rinda pasivamente a la voluntad del que está
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ejerciendo el control. Esta ciencia puede parecer algo maravilloso,
pero es una ciencia que de ningún modo usted debe tocar... Hay algo
mejor a lo cual usted puede dedicarse que a controlar la naturaleza
humana por la naturaleza humana.
Pongo en alto la señal de peligro. La única cura mental verdadera
y segura cubre mucho más. El médico debe educar a la gente para
que levante la vista de lo humano hacia lo divino. El que hizo la
mente humana sabe con precisión lo que la mente requiere.
Al envolverse con la ciencia que usted ha empezado a defender,
está dando una educación que no es segura ni para usted ni para sus
alumnos. Es un peligro teñir la mente de otros con la ciencia de la
cura mental.
Una engañosa falacia
Esta ciencia le puede parecer muy valiosa; pero es una falacia
preparada por Satanás para usted y para otros. Es el encanto de la
serpiente que inocula la muerte espiritual. Ésta cubre mucho de lo
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