Página 295 - El Ministerio M

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Cualidades esenciales para la administración
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El uso de los recursos
Los hombres en posiciones de confianza deben considerar los re-
cursos que manejan como ingresos de Dios, y utilizarlos con estricto
apego a la economía. Cuando hay abundancia en la tesorería, no se
la debe invertir en adicionar edificio tras edificio en lugares donde
ya existen monumentos conmemorativos para Dios. Cientos de otros
lugares necesitan este dinero, para que también ellos puedan tener
algo establecido con qué representar la verdad. Debe haber obra
representativa en todas partes de la viña del Señor.
El poder para usar y desembolsar el dinero del Señor no debe
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dejarse al juicio de una sola persona. Debe darse cuenta de todo peso
que se gaste. Los recursos de Dios deben utilizarse en el tiempo
apropiado y en los lugares debidos, para que sean una bendición y
también una lección objetiva de cómo obra él, de acuerdo con los
principios de la equidad, la justicia y la rectitud.
Todos vosotros sois hermanos
Ningún hombre debe erigirse nunca como gobernante, como
señor sobre sus compañeros, para poner en práctica sus impulsos
naturales. Ni debe permitirse que la voz y la influencia de un solo
hombre se conviertan en el poder controlador. Los que oprimen a sus
compañeros de labores en nuestras instituciones, y que se niegan a
cambiar su manera de tratar a los auxiliares que están bajo su cargo,
deben ser despedidos. Como supervisores, deben ejercer una influen-
cia superior y refinadora para el bien. Al estar investidos con poder
se hace imperativo que sean modelos de verdadero cristianismo.
El Señor me ha instruido a decir que la posición nunca le da a un
hombre gracia ni lo hace justo. “El temor de Jehová es el principio
de la sabiduría”. Algunos hombres que ocupan posiciones de confia-
bilidad abrigan la idea de que la posición es para el ensalzamiento
del yo. Que ningún administrador piense que la mente de todos debe
sujetarse a la suya; que la voluntad de los demás debe estar subor-
dinada a la suya, y que se deben dejar de lado todos los métodos
para adoptar los suyos. No se puede ocasionar un daño mayor a
cualquier institución que dejar que un hombre tal permanezca en su
posición, luego de haber sido examinado y probado debidamente.