Dedicados plenamente a Dios
Estoy muy ansiosa por ver que todos los que están conectados
con nuestros sanatorios sean personas totalmente dedicadas a Dios;
libres de toda maldad. Hay algunos que parecen haber perdido toda
sensación del carácter sagrado de nuestras instituciones y del propó-
sito por el cual fueron establecidas. Ha habido una gran aprensión en
mi mente en cuanto a cuáles serán los resultados de esta carencia de
espiritualidad y de discernimiento claro. Hay mucha falta de lealtad
a los principios. El Señor hace un llamamiento a hombres jóvenes
para que trabajen en nuestros sanatorios y que no se rindan a la
tentación. La vida de los jóvenes conectados con nuestros sanatorios
debe ser tal que ejerza un poder de convicción y de conversión sobre
los que no han recibido el mensaje para este tiempo.
Hay que dirigir nuestros sanatorios de tal modo que honren y
glorifiquen a Dios. Éstos no deben convertirse en una trampa. Pero
a menos que los instrumentos humanos estén bajo la dirección del
Espíritu Santo, el enemigo los utilizará para lograr sus planes de
estorbar la causa de Dios y para la destrucción de sus propias almas.
Muchos ya han perdido su primer amor por las verdades bíblicas
grandiosas y monumentales que tienen relación con la segunda
venida de Cristo.—
Manuscrito 63, 1908
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