Puntualidad en el cumplimiento de las citas
Ha habido defectos en el manejo del sanatorio. Los pacientes
han sentido que no se los trató adecuadamente. Se han hecho citas
que no se cumplieron. Incumplimientos como éstos dirán mucho
contra la influencia de un médico. Los pacientes que a menudo se
desilusionen por eso, no dejarán de sentir amargura de alma y de
mente...
Los enfermos pagan por sus tratamientos para recuperar la salud;
pero si se los defrauda una y otra vez, la reputación del sanatorio
estará en peligro. Este mal debe corregirse; la atención que se pro-
mete debe darse a los pacientes o el médico destruye la confianza
de ellos en su palabra. Si el director médico no puede cumplir la
cita, su médico asociado debe hacerlo por él y explicar al paciente
la causa de su ausencia.
A menos que los médicos de nuestros sanatorios sean personas
de hábitos cabales; si no atienden sus deberes con puntualidad,
su labor se convertirá en un baldón, y los medios escogidos por el
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Señor perderán su influencia. Por un curso de negligencia al deber, el
médico humilla al Gran Médico, de quien debe ser un representante.
Las horas estrictas deben mantenerse con todos los pacientes, ya
sean de clase alta o baja. No debe permitirse un descuido negligente
en ninguna de las enfermeras. Sed siempre leales a vuestra palabra y
puntuales en cumplir vuestras citas, pues esto significa mucho para
el enfermo.—
Carta 128, 1905
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