Para irradiar luz y conocimiento
En cada sanatorio deben mantenerse al frente de todos los prin-
[262]
cipios del verdadero servicio. Debe irradiar luz y conocimiento de
la institución. Todas las personas vinculadas con ésta deben hacer
su parte en forma inteligente, como representantes de la verdad pa-
ra este tiempo. Los jóvenes llegan a nuestros sanatorios a fin de
prepararse para hacer la verdadera obra misionera.
Si cooperáis con Dios, él irá delante de vosotros y la gloria del
Señor será vuestra retaguardia. Los ángeles del cielo prorrumpirán
en canción mientras las almas reciben el gran don de Dios por medio
de Jesucristo. Podéis asegurar al enfermo y afligido que Cristo es el
gran Sanador. Ellos pueden creer en él y confiar en su Palabra; pues
él nunca falla.—
Carta 97, 1905
.
349