Página 354 - El Ministerio M

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Preparación para diversas ramas de trabajo
Deben prepararse obreros en los sanatorios, algunos de los cua-
les se vincularán con la institución, mientras otros saldrán como
misioneros médicos. Ellos, en cualquier rama de trabajo que vayan a
desempeñar—sean médicos, enfermeros o auxiliares—debieran es-
tar firmes sobre los principios de la reforma pro salud y de todos los
puntos de nuestra fe, para que al tener contacto con los pacientes o
al salir al mundo civilizado y a las regiones que están en las tinieblas
del paganismo, se les pueda presentar la verdad de Dios referente
a estos temas. Al comenzar estos obreros a cumplir sus deberes, la
eficiencia de hombres y mujeres de experiencia se incrementa cien
veces, y la obra para este tiempo se ejecuta en forma más rápida.
Se debe seleccionar y preparar a las personas adecuadas, quienes
en realidad hagan honor a cada sección de la obra. La consagración
de sus talentos debe ser muy real, y entonces Dios bendecirá sus
esfuerzos. Él es la fuente de toda la sabiduría y la gracia. En su
fuerza se puede vencer todo defecto e ignorancia.
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Todo médico, cada enfermero y auxiliar que tenga algo que ver
en el servicio de Dios debe esforzarse por alcanzar la perfección,
y bajo la disciplina del Maestro más grande que este mundo haya
conocido, su conducta debe tender siempre hacia arriba, hacia este
blanco. Todos los que estén vinculados con la obra médica misionera
deben ser aprendices. Ninguno debe detenerse a pensar: Yo no puedo
hacer esto. Más bien, debe decir: Dios requiere de mí la perfección.
¿Qué dijo Cristo con relación a este asunto?: “Sed, pues, vosotros
perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”.
No se excusa a nadie que se tome la libertad de retener defectos
conocidos en sus modales o en su carácter. Los que se relacionan
con la obra médica misionera están vinculados con el servicio de
Dios, y deben tratar de alcanzar la norma de él. Él les dará sabiduría
y entendimiento. Debemos mostrar una superioridad en intelecto y
comprensión, en habilidad y conocimiento, porque creemos en Dios
y en su poder para obrar en los corazones humanos.
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