Página 364 - El Ministerio M

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Una responsabilidad sagrada
Si los que ocupan posiciones de confianza en la institución
son personas que aman y temen a Dios, serán conscientes de que
tienen una responsabilidad sagrada que se desprende de la medida
de autoridad y la influencia consecuente que dichas posiciones les
confieren. Tratan con la mente humana; se relacionan con toda
clase social; y deben actuar discretamente, pues se los considera
representantes de la institución. Debieran ser amables y atentos,
ejerciendo siempre cortesía hacia todos aquellos con los que tratan,
tanto creyentes como incrédulos. Hermanos, deberíais velar por las
almas como quienes han de dar cuenta. Nunca debemos olvidar que
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Jesús, en el sacrificio infinito que ha hecho por ellas, ha probado su
amor por estos hombres, mujeres y niños, y reveló el valor colocado
sobre ellos. Ellos son la compra de su sangre. Debe tratarse de igual
forma al pobre y al rico, con una bondad invariable.
Que vuestra influencia sea persuasiva, ligando las personas a
vuestro corazón porque amáis a Jesús y ellas le pertenecen. Esta es
una gran tarea. Si por vuestras acciones y palabras cristianas, hacéis
impresiones que enciendan... hambre y sed de justicia y verdad,
sois colaboradores con Cristo. Vuestras palabras y comportamiento
representan a Jesús.
Los que tienen una influencia de liderazgo en la institución deben
ser hombres y mujeres que posean devoción y piedad; que no sean
estrechos ni egoístas, sino conscientes, abnegados autosacrificados;
que lo den todo para la gloria de Dios. Los tales tendrán que estar
en el mundo, pero no ser del mundo. Los hombres de tal carácter se
mantendrán en el camino del Señor y enseñarán constantemente a
otros por precepto y ejemplo.
Resultados de los principios correctos
Todos, pacientes y huéspedes necesitan que se les presenten
principios correctos. Habrá personas de mente inquisitiva que de
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