Enseñanza temprana de la fisiología
El Creador del hombre ha dispuesto la maquinaria viviente de
nuestro cuerpo. Toda función fue creada en forma magnífica y sabia.
Y Dios mismo se ha comprometido a mantener esta maquinaria
humana en acción saludable si el agente humano obedece sus leyes
y coopera con Dios. Toda ley que gobierna la maquinaria humana
debe considerarse tan ciertamente divina en su origen, carácter e
importancia como la Palabra de Dios. Toda acción descuidada y
desatenta, cualquier abuso infligido al maravilloso mecanismo de
la creación de Dios hecho al desatender las leyes que él especificó
acerca de la habitación humana, es una violación de la ley de Dios.
Podemos contemplar y admirar la obra de Dios en el mundo natural,
pero la habitación humana es la más maravillosa.
Desde el mismo amanecer de la razón, la mente humana debe
ser iluminada con relación a la estructura física. Aquí Jehová ha
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dado un modelo de sí mismo; pues el hombre fue creado a la imagen
de Dios. El propósito decidido de Satanás es destruir la imagen
moral de Dios en el hombre. Él trata de hacer que la inteligencia
humana—el don más noble y elevado del Creador—, llegue a ser
el agente más destructivo para contaminar con pecado todo lo que
toque.—
Manuscrito 3, 1897
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