Página 405 - El Ministerio M

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Principios higiénicos
Nuestros sanatorios deben ser manejados sobre métodos higié-
nicos. La luz que Dios ha dado sobre el tema de la enfermedad y
sus causas necesita estudiarse ampliamente; pues son los hábitos
incorrectos en la indulgencia del apetito y la falta de atención al
cuidado del cuerpo los que enferman a la gente. Se deben observar
hábitos de limpieza y de cuidado con relación a lo que se introduce
a la boca.
No es lo mejor decir a los pacientes que nunca debe nutilizar
la dieta carnívora; pero debe despertarse la razón y la conciencia
con relación al instinto de conservación propia y a la purificación de
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todo apetito pervertido. Ellos pueden aprender a saborear alimentos
saludables y frugales, tales como frutas, granos y verduras.
La medicación con drogas
La medicación con droga debe descartarse. En este punto la con-
ciencia del médico debe estar siempre vigilante, fiel y limpia. Hay
que mantenerse en guardia contra la inclinación a utilizar drogas ve-
nenosas que matan si no curan. Se me han presentado ciertos asuntos
referentes al uso de las drogas. Muchos pacientes han sido tratados
con drogas y el resultado ha sido la muerte. Nuestros médicos, al
practicar la medicación con drogas, han perdido muchos casos de
pacientes que no habrían muerto si ellos hubieran dejado sus drogas
fuera del cuarto del enfermo.
Se han perdido casos de pacientes con fiebre, cuando, si los mé-
dicos hubieran desechado completamente el tratamiento con drogas,
si hubieran colocado su ingenio a obrar y hubieran utilizado en for-
ma sabia y persistente los propios remedios del Señor: aire y agua
suficiente, los pacientes se habrían recuperado. El uso imprudente de
estas cosas que deben descartarse ha decidido el caso del enfermo.
La experimentación con las drogas es un negocio muy caro.
La parálisis del cerebro y de la lengua es a menudo el resultado, y
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