Página 469 - El Ministerio M

Basic HTML Version

Trabajo perdido si no hay instrucción
A menos que se eduque a las personas para que dejen atrás
toda práctica errónea y cesen de complacer el apetito pervertido, es
un trabajo perdido enseñar a la gente que acuda a Dios en busca
de curación para sus enfermedades. Se les debe instruir para que
utilicen las provisiones que Dios ha dado. Rechazar los remedios
que tienen a su alcance porque no se está pagando a un médico y no
permitir la entrada del aire puro y la luz del sol que Dios ha dado
a cada cuarto de la casa, muestra una falta de fe en él. La fe en el
poder de Dios para curar las enfermedades está muerta a menos que
el enfermo use la luz que Dios le ha dado al colocar sus hábitos en
armonía con los principios correctos.—
Manuscrito 86, 1897
.
[348]
465