Página 515 - El Ministerio M

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A un médico moribundo por exceso de trabajo y
una alimentación exigua
No incurra en el error de exagerar las cosas como lo ha hecho,
y no vaya a los extremos en lo referente a la reforma pro salud.
Algunos de nuestro pueblo son muy descuidados con relación a la
reforma pro salud. Pero el hecho de que algunos estén muy atrasados,
no debe ser razón para que usted sea un extremista por tratar de ser
un ejemplo para ellos. No debe privarse de la clase de alimentos que
producen una sangre buena. Su devoción a los principios verdaderos
le induce a someterse a una dieta que le está produciendo efectos que
no recomendarán a nadie la reforma pro salud. Este es su peligro.
Cuando usted ve que se está debilitando físicamente, es esencial
que haga cambios, y que los haga de una vez. Introduzca en su
alimentación algo de lo que ha descartado. Es su deber hacerlo.
Consiga huevos de gallinas sanas. Use estos huevos cocinados o
hervidos. Consúmalos crudos con el mejor vino sin fermentar que
pueda encontrar. Esto le suplirá lo que su organismo necesita. Ni
por un momento suponga que no estará bien hacerlo.
Hay una cosa que ha salvado vidas: una transfusión de sangre
de una persona a otra; pero esto sería difícil y quizás imposible que
usted lo hiciera. Solamente lo sugiero.
La oración de fe salvará al enfermo, y le ruego que llame a los
ancianos de la iglesia en seguida. Quiera el Señor ayudarlo, es mi
más sincera oración.
Uso de leche y huevos
Apreciamos su experiencia como médico; sin embargo, digo
que la leche y los huevos deben incluirse en su dieta. Estas cosas
no pueden ser descartadas ahora, y la enseñanza de que hay que
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prescindir de ellos no debe difundirse.
Usted corre el riesgo de tomar un punto de vista muy radical en
la reforma pro salud, y de formularse una dieta que no lo sostendrá.
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