Página 56 - El Ministerio M

Basic HTML Version

Lo que intenta el médico, lo logra Cristo
Ninguno sino un médico cristiano puede cumplir con la aproba-
ción de Dios los deberes de su profesión. En una labor tan sagrada,
no deben hallar la menor cabida los planes e intereses egoístas. Toda
ambición y todo motivo debe estar subordinado al interés de aquella
vida que se mide con la vida de Dios. En todos sus negocios, debe
[15]
reconocer las demandas de Jesús, el Redentor del mundo, para copiar
su ejemplo. Lo que el médico intenta hacer, lo puede realizar Cristo.
Ellos se esfuerzan por prolongar la vida; él es el Dador de la vida.
Jesús, el poderoso Sanador, es el Médico Jefe. Todos los médicos
están bajo un Maestro, y con seguridad es bendecido todo médico
que ha aprendido de su Señor a velar por el alma mientras obra con
toda su habilidad profesional para sanar el cuerpo de los enfermos
dolientes.—
Carta 26, 1889
.
52