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El Ministerio Pastoral
bras? Ciertamente puede haber sólo un paso entre ellos y la muerte.
¿Cómo está el informe de los deberes sagrados encomendados para
ser sabiamente mejorados?, los talentos mal empleados, las horas
perdidas, las oportunidades descuidadas, los deberes abandonados,
las iglesias enfermizas, el rebaño del Señor debilitado por no tener su
porción de alimento a su debido tiempo.—
Appeal and Suggestions
to Conference Officers (Ph 2) 20, 21
.
El trabajo del presidente de la asociación no es hacer el tra-
bajo de los demás, sino ver que estén trabajando lo mejor posi-
ble
—La iglesia militante no es la iglesia triunfante, pero está inte-
grada por hombres y mujeres sujetos a errar. De la manera en que los
soldados del ejército deben ser entrenados y disciplinados para un
servicio activo, los soldados de Cristo deben ser educados para ser
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útiles en su causa. Puede ser mucho más fácil para un presidente de
asociación hacer el trabajo él mismo, que dirigir el trabajo de otros;
pero es su deber dar un vistazo al campo, y ver que todos estén tra-
bajando lo mejor posible. Los jóvenes deben estar desarrollando sus
talentos, y preparándose para ser útiles en el futuro; y los ministros
de más edad y experiencia no deben ser dejados usando sus energías
en trabajos que otros podrían hacer y que estarían dispuestos a ha-
cerlos si se les enseñara.—
The Review and Herald, 22 de abril de
1884
.
Los presidentes de asociación deben educar a los ministros
para que eduquen a sus miembros
—El presidente de una asocia-
ción local está, por su manera de tratar, educando a los ministros
que están bajo su dirección, y juntos pueden educar de tal manera
a las iglesias que no sea necesario llamar a los predicadores de la
asociación de un campo de labor a arreglar dificultades y disensiones
de la iglesia. Si los dirigentes de la asociación, como siervos fieles,
quieren cumplir sus deberes señalados por el cielo, la obra de nues-
tras asociaciones no quedará tan enredada en perplejidades como
hasta ahora. Y al trabajar así los obreros llegarán a ser hombres
fuertes, capaces de llevar responsabilidades, que no fracasarán ni se
desalentarán al verse en situaciones duras.—
Obreros Evangélicos,
433
.
Tenga una actitud alentadora con su presidente, especial-
mente cuando cometa errores
—Mientras su presidente descuidó
su trabajo y falló en su deber, la actitud suya no fue nada alentadora.