Página 164 - El Ministerio Pastoral (1995)

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El Ministerio Pastoral
solo mejoraran todos los talentos que Dios les ha otorgado. Algunos
no están haciendo literalmente nada por la verdad, y mediante su
ejemplo de indiferencia están haciendo que otros tomen la misma
posición de ociosidad, separándose así de Cristo. Esta última clase
incluye a la mayoría. Están pensando y planeando solamente para
ellos mismos. Los padres y las madres con sus pequeños a su alre-
dedor hacen su mundo de este pequeño círculo. Todo el poder de
su ser está centrado en “mí y lo mío”, y cada año se están tornando
más egoístas y circunscritos. No abren sus corazones a la gracia
y al amor de Cristo para liberar su naturaleza y ennoblecer su ser
mostrando simpatía hacia sus semejantes.—
The Review and Herald,
10 de junio de 1880
.
La propia fe de los miembros aumentará al trabajar por sus
amigos y parientes
—Por el esfuerzo individual de esos primeros
pocos discípulos se estaba colocando el fundamento de la iglesia
cristiana. Juan primeramente guió a dos de sus discípulos a Cristo.
Entonces uno de ellos encuentra a su hermano, y lo lleva a Cristo.
El entonces llama a Felipe para que lo siga, y éste va en busca de
Natanael. Aquí hay una lección objetiva para todos los seguidores
de Cristo. Les enseña la importancia del esfuerzo personal, hacien-
do apelaciones directas a sus parientes, amigos, y conocidos. Hay
quienes profesan haber conocido a Cristo toda su vida pero nunca
han hecho un esfuerzo personal por inducir a un alma a venir al Sal-
vador. Le han dejado todo el trabajo al ministro. El puede estar bien
capacitado para esa tarea; pero él no puede hacer el trabajo que Dios
ha encomendado a los miembros de la iglesia. Muchos se disculpan
de no estar interesados en la salvación de aquellos que están lejos
de Dios, y se contentan con gozar egoístamente de los beneficios de
la gracia de Dios, sin hacer ningún esfuerzo directo por traer a otros
a Cristo. En la viña del Señor hay trabajo para todos, y los obreros
fieles, desprendidos, llenos de interés, compartirán liberalmente de
su gracia aquí, y de la recompensa que se les dará en el más allá. La
fe se ejercita mediante buenas obras, y el valor y la esperanza están
de acuerdo con la fe que obra. La razón por la que muchos profesos
seguidores de Cristo no tienen una experiencia viva y radiante, es
porque no hacen nada por obtenerla. Si ellos se pusieran a hacer el
trabajo que Dios espera que hagan, su fe aumentaría y avanzarían en
la vida de santidad.—
The Spirit of Prophecy 2:66
.