Página 19 - El Ministerio Pastoral (1995)

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La devoción personal
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estar alertas, y mediante humilde oración ser santificados, refinados
y purificados. A menos que sientan su verdadera condición, y a
menos que lleguen a ser como Cristo, nunca podrán revelar la verdad
como es en Cristo.—
Carta 64, 1906
(PC 43).
Los Ministros que no son convertidos diariamente hacen co-
sas imprudentes y sin sabiduría
—Algunos ministros que están
conectados con responsabilidades sagradas han perdido toda com-
prensión de lo que significa velar por las almas como quienes debe-
rán dar cuenta de ellas. Hacen cosas imprudentes, sin sabiduría. No
tienen discernimiento para ver lo que sus movimientos poco sabios
están haciendo, porque no están convertidos diariamente. Es triste
perder la confianza en hombres en quienes debemos tenerla. Las pre-
ciosas almas por quienes Cristo murió no deben ser dejadas para ser
el blanco de las asechanzas y tentaciones de Satanás.—
Manuscript
Releases 19:212
.
No predique hasta no saber lo que realmente Cristo significa
para Ud.
—¿Tendrán cuidado mis hermanos de que ninguna gloria
sea dada a los hombres? ¿Reconocerán que es Cristo quien realiza
la obra en el corazón humano y no ellos mismos? ¿Rogarán mis
hermanos ministros, solos en presencia de Dios, en oración secreta,
que su presencia y poder los acompañe? No os atreváis a predicar un
solo sermón más a menos que sepáis, por vuestra propia experiencia,
lo que Cristo es para vosotros. Con corazones santificados por la
fe en la justicia de Cristo, podéis predicar a Jesús, podéis exaltar al
resucitado Salvador ante vuestros oyentes; con corazones subyuga-
dos y enternecidos por el amor de Jesús podéis decir: “He aquí el
Corderos de Dios, que quita el pecado del mundo”.—
Testimonios
para los Ministros, 154, 155
.
Mientras más se asocie con el Maestro, mucho más se ase-
mejará a él
—Mientras más se asocie el ministro de Cristo con su
Maestro, a través de la contemplación de su vida y carácter, mien-
tras más cercano, más se asemejará a él, y estará mejor calificado
para enseñar sus verdades. Cada rasgo de la vida del gran Ejemplo
debe ser estudiado con cuidado, y mantener una conversación íntima
con él a través de la oración de viva fe. Así el carácter humano
defectuoso será transformado a la imagen de su glorioso carácter.
Así el maestro de la verdad estará preparado para llevar las almas a
Cristo.—
The Spirit of Prophecy 3:244
.