Capítulo 31—Cómo planear y dirigir el servicio de
adoración
Nadie debe descuidar la asistencia al servicio de adoración
—
Error grave es descuidar el culto público de Dios. Los privilegios del
servicio divino no son cosa de poca monta. Muchas veces los que
asisten a los enfermos no pueden aprovechar estos privilegios, pero
deben cuidar de no ausentarse de la casa de Dios sin necesidad.—
El
Ministerio de Curación, 409
.
Las reuniones en la iglesia pueden no tener ningún efecto
simplemente debido a la falta de aire puro
—El predicador se
maravilla de no tener poder para impresionar a la gente, cuando
ellos, como él, están sufriendo por falta de aire vitalizante, y por eso
son juzgados incapaces de apreciar el tema que él está presentando.
La falta de circulación de aire puro en una iglesia torna muchas
reuniones poco efectivas; la labor es hecha en vano, porque la gente
no se puede mantener despierta.—
The Signs of the Times, 23 de
septiembre de 1897
.
La reverencia
La reverencia es inspirada por el sentido de la grandeza de
Dios y su presencia
—Otro don precioso que debería ser cuidado-
samente fomentado es el de la reverencia. La verdadera reverencia
hacia Dios es inspirada por el sentimiento de su infinita grandeza, y
de su presencia. El corazón de todo niño debería ser profundamente
impresionado por esta sensación del Invisible. Debería enseñarse al
niño a considerar sagrados la hora y el lugar de oración y los cultos
públicos, porque Dios está en ellos. Y al manifestar reverencia en la
actitud y conducta, el sentimiento que lo inspire se profundizará.—
La Educación, 237
.
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El lugar de adoración es como la puerta del cielo
—” Velad y
orad, para que no entréis en tentación”. Una de nuestras más fuertes
tentaciones es la de la irreverencia. Dios es superior y santo; y para el
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