Página 33 - El Ministerio Pastoral (1995)

Basic HTML Version

El adventismo—un movimiento mundial único
29
pan de vida. Aún hoy parece haber un ardiente deseo por presentar
algo deslumbrante, y presentarlo como una nueva luz. Así pues, los
hombres están tejiendo en la telaraña como verdades importantes,
una trama de mentiras. Este alimento imaginario que se prepara para
el rebaño causará desaliento, deterioro y muerte.—
The Review and
Herald, 22 de enero de 1901
.
Respete los derechos de otros estudiando para ver si su pre-
sunta nueva luz es bíblica
—Debemos aprender que los demás tie-
nen tantos derechos como nosotros. Cuando un hermano recibe
nueva luz acerca de las Escrituras, debe exponer francamente su
opinión, y cada predicador debe escudriñar las Escrituras con espíri-
tu sincero para ver si los puntos presentados pueden ser sostenidos
por la Palabra inspirada. “El siervo del Señor no debe ser litigioso,
[33]
sino manso para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con man-
sedumbre corrija a los que se oponen: si quizá Dios les dé que se
arrepientan para conocer la verdad”.
2 Timoteo 2:24, 25
.—
Obreros
Evangélicos, 318
.
Los debates doctrinales
Algunos ministros dependen tanto de la excitación de los de-
bates como el borracho del vino
—Los ministros a quienes les gus-
ta debatir son los menos confiables entre nosotros, porque no se
puede depender de ellos cuando el trabajo aumenta. Póngaselos en
un lugar en donde hay muy poco interés, y ellos manifestarán una
falta de valor, ardor y un interés real. Ellos dependen tanto en ser
despertados y excitados por la emoción creada por el debate y la
oposición como lo hace el borracho por un trago. Estos ministros
necesitan ser convertidos de nuevo. Necesitan beber mucho de las
corrientes incesantes que proceden de la Roca eterna.—
Testimonies
for the Church 3:217
.
Hay peligro en extenderse demasiado en las doctrinas
Somos uno en la fe de las verdades fundamentales de la Palabra
de Dios. Y un objetivo debe mantenerse en mente constantemente,
esto es, la armonía y cooperación que deben ser mantenidos sin
comprometer un solo principio de la verdad. Mientras estemos cons-
tantemente excavando por la verdad como por un tesoro escondido,
tengamos cuidado de cómo descubrimos nuevas y conflictivas opi-