El entrenamiento pastoral
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La educación continua
La educación debe continuar durante toda la vida del minis-
tro
—Un ministro no debe nunca pensar que aprendió lo suficiente y
que puede cejar en sus esfuerzos. Su educación debe continuar toda
la vida. Cada día debe aprender y poner en práctica el conocimiento
adquirido.—
Obreros Evangélicos, 98
.
Los ministros deben estudiar continuamente y mejorar aún
en sus años avanzados
—El verdadero ministro de Cristo debería
mejorar continuamente. El sol de la tarde de su vida debe ser más
sazonado y productivo que el sol de la mañana. Debe continuar
aumentando en tamaño y en brillo hasta su ocaso detrás de las mon-
tañas del oeste. Hermanos en el ministerio, es mejor, muchísimo
mejor, morir a causa del trabajo duro en un hogar o en el campo
misionero extranjero, que enmohecerse a causa de la inacción. No
desmayéis a causa de las dificultades, no os conforméis con perma-
necer sin estudiar y sin mejorar.—
Mensajes Selectos 2:253
.
Algunos ministros podrían haber hecho diez veces más si se
hubieran preocupado por llegar ser gigantes intelectuales
—Los
hombres que se presentan ahora ante el pueblo como representantes
de Cristo tienen generalmente más capacidad que educación, pero
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no usan sus facultades para sacar el mayor provecho de su tiempo
y oportunidades. Si hubieran utilizado las energías que Dios les
dio, casi todos los pastores podrían ser no solamente eficientes en
lectura, redacción, gramática, sino aun en idiomas. Es esencial que
se fije un blanco elevado. Pero han tenido poca ambición y no han
puesto a prueba sus facultades para alcanzar una norma elevada de
conocimientos generales y en cuanto a las cosas religiosas. Nuestros
ministros tendrán que rendir cuenta a Dios por el enmohecimiento de
los talentos que él les ha dado para que los desarrollaran mediante el
ejercicio. Podrían haber hecho inteligentemente diez veces más obra
si se hubieran interesado en llegar a ser gigantes intelectuales. Toda
su experiencia en su elevada vocación es empequeñecida porque se
contentan con permanecer donde están. Sus esfuerzos por adquirir
conocimiento no obstaculizarán en lo más mínimo su crecimiento
espiritual si estudian con motivos correctos y blancos adecuados.—
Testimonios para los Ministros, 194
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