Página 78 - El Ministerio Pastoral (1995)

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El Ministerio Pastoral
Toda la fuerza que podríamos obtener con un estilo de vida correcto
y la debida atención a la salud y la vida, deben ser dedicados sin
reservas a la obra que Dios nos ha asignado. No podemos darnos el
lujo de usar las pocas energías débiles y frágiles que poseemos para
servir mesas o mezclar mercancías con el trabajo que Dios nos ha
encomendado. Cada facultad de la mente y el cuerpo son necesarias
ahora. La obra de Dios requiere esto, y no puede uno envolverse
con ningún negocio separado de esta gran obra sin tomar tiempo y
fuerza de la mente y el cuerpo, restando así el vigor y la fuerza de
nuestra labor en la causa de Dios. Los ministros que hacen esto no
tendrán todo el tiempo para la meditación y la oración, y toda esa
fuerza y claridad mental que deben tener para entender los casos
de quienes necesitan ayuda, y prepararse para “estar listos a tiempo
y fuera de tiempo”. Una palabra hablada en el momento correcto
puede salvar a un alma pobre, errada, incrédula y falleciente. Pablo
exhortó a Timoteo: “Medita en estas cosas, ocúpate en ellas para
que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos”.—
Testimonies for
the Church 1:470
.
Los ministros no deben ganar riquezas mediante la especu-
lación
—Yo no puedo prestar mi influencia en ninguna manera para
instarle a usted o alguno de mis hermanos a obtener riqueza median-
te la especulación y la extorsión; ciertamente no debe unirse con
quienes hacen eso. Los hombres de valor sólido se les encuentra más
fácilmente entre los que poseen poco de las cosas de este mundo,
y lo que poseen lo han ganado por su diligencia y economía, y no
por la especulación. Aquellos que son remunerados por su trabajo
no deben, si practican la economía, estar en la miseria, o al borde
del pauperismo, o abrumados por las deudas.—
Testimonies on the
Case of Elder E. P. Daniels (Ph 96) 36
.
No influya en los miembros para que se involucren en nego-
cios de especulación
—Me ha sido mostrado por Dios el camino
pecaminoso que Ud. ha estado siguiendo. Está metido con negocios
de minas y bienes raíces, y como un ministro reconocido del Evan-
gelio, ha trabajado en la mente de sus hermanos, y los ha influido
para que inviertan su dinero en acciones de minas y en bienes raíces.
Les dijo que la inversión les traería grandes ganancias; que ellos
triplicarían su dinero, y podrían ayudar a la causa mucho más. Se
los presentó como una oportunidad dorada que no quería que ellos