Página 88 - El Ministerio Pastoral (1995)

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El Ministerio Pastoral
humanidad doliente, a elevarla y educarla para que crea—nada más
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que para que crea—en Jesucristo nuestro Salvador.—
El Evangelis-
mo, 340
.
Las mujeres ayudando a llevar la verdad
—Dios quiere obre-
ros que puedan llevar la verdad a todas las clases sociales, altas y
bajas, ricas y pobres. En esta labor las mujeres pueden desempeñar
un papel importante. Dios permita que quienes lean estas palabras
puedan poner todos sus esfuerzos en presentar una puerta abierta,
para que mujeres consagradas puedan entrar al campo.—
Manuscript
Releases 5:162
.
Se necesitan mujeres en el trabajo de la ganancia de almas
Las mujeres pueden ser los instrumentos de justicia, que presten
un servicio santo. Fue María la que predicó primero acerca de un
Jesús resucitado... En el cumplimiento del plan divino, el Hijo del
Hombre vino para buscar y salvar lo que se había perdido... Los que
se entreguen con el Hijo de Dios a ese trabajo, no importa a cuanto
aspiren, nunca podrán tener una obra mayor, ni más santa que ésta.
Si hubieran veinte mujeres donde ahora hay una, que hicieran de ésta
santa misión su obra predilecta, veríamos muchas más almas conver-
tidas a la verdad. Se necesita la influencia refinadora y suavizadora
de las mujeres cristianas en la gran obra de predicar la verdad. El
Señor de la viña le está diciendo a muchas mujeres que no están
haciendo nada ahora: “¿Por qué se pasan todo el día en ociosidad?”
Si hay celo y diligencia continua en nuestras hermanas que se afanan
en diseminar la verdad, tendrán un éxito total, y nos asombrarán
con sus resultados. Con paciencia y perseverancia, el trabajo debe
ser realizado. ...Carecemos de actos de simpatía y benevolencia, en
ministrar sagrada y socialmente al necesitado, al oprimido, y al que
sufre. Se necesitan mujeres que puedan trabajar ahora, mujeres que
aparten su atención del yo, humildes y modestas de corazón, que
trabajen con la mansedumbre de Cristo, en donde puedan encontrar
trabajo para realizar en favor de la salvación de las almas.—
The
Review and Herald, 2 de enero de 1879
.
Los cónyuges trabajando juntos
Los esposos se pueden unir en el trabajo
—Hay mujeres que
debieran trabajar en el ministerio evangélico. En muchos sentidos