Página 108 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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El Ministerio de Publicaciones
promover su propia gloria, ¿cómo progresaría la obra de Dios en el
mundo? ¿Cómo podrían los habitantes de otras naciones recibir el
mensaje de la verdad? El Señor no hace llover dinero desde el cielo,
sino que honra a los hombres confiándoles sus tesoros, y les dice lo
que deben hacer. Lea con atención las instrucciones que Dios le ha
dejado en.
Malaquías 3:8-12
.—
Carta 31, 1891
;
Special Testimonies
Concerning the Work and Workers in the Pacific Press, 39, 40
.
Fe en tiempos de crisis económica
—Usted desea andar por la
vista; pero el Señor quiere que aprenda a andar por la fe. Usted
será tentado con frecuencia a mirar las apariencias, pero esto no le
servirá para nada. Tiene que aprender a andar por la fe. “Es pues la
fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”.
Hebreos 11:1
. Pero cuando usted vio su tesorería agotada, quedó
envuelto en espesas sombras y su fe vaciló. Entonces era el momento
de hablar de fe y valor, de ponerse a la altura de la emergencia. La
obra es del Señor... y no es nuestra, de modo que podemos dejarla
segura en sus manos. Así como Daniel buscó al Señor cuando se
encontró en situaciones difíciles, también nosotros debemos orar
fervientemente a Dios cuando estamos en dificultades. Usted no
ha manejado todas las cosas con sabiduría. Tiene que aprender la
lección de la abnegación y el sacrificio personal. Tiene que estar
dispuesto a recibir menos dinero en caso de emergencia. Dios será
glorificado en esto. —
Carta 27, 1896
.
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La economía personal es indispensable para los que traba-
jan en la causa de Dios
Hermano mío, en su carta usted habla
de salir de la administración de la Review. Siento que Ud. esté
dispuesto a alejarse de la obra de Dios por las razones que aduce.
Estas revelan que usted debe obtener una experiencia mucho más
profunda que la que ahora posee. Su fe es muy débil. Otras familias
El 3 de noviembre de 1892, el gerente de una casa editora le escribió a la Sra. E. G.
de White para informarle que había decidido retirarse de la institución para emplearse
fuera de la obra denominacional, a causa de problemas financieros personales. No había
logrado vivir dentro de sus entradas, y se había endeudado con la institución en un total
de 1.244 dólares durante un período de ocho años. Y al mismo tiempo tenía una deuda
con el sanatorio. Ambas instituciones le estaban pidiendo bondadosamente que pagara
esas deudas. El pensaba que bajo esas circunstancias encontraría justificación para salir
de la obra denominacional para buscar empleo afuera donde pudiera ganar un sueldo más
elevado, con la esperanza de pagar sus deudas y con la perspectiva de no regresar nunca
más para trabajar en la causa de Dios. La carta constituye la respuesta de la Sra. White.