Página 126 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

Basic HTML Version

122
El Ministerio de Publicaciones
que combinan la fe, la verdad y la justicia en su vida, andarán en el
camino del Señor; no tolerarán las prácticas egoístas. Toda senda
que Dios no haya señalado corno segura para los hombres, es del
destructor.
Me levanté mucho antes de que amaneciera para escribir estos
conceptos; porque percibo una gran obra que debe efectuarse en el
corazón y en la práctica de hombres que ocupan cargos de autoridad
que están muy dispuestos a dictar leyes y restricciones para otros,
mientras que ellos mismos no obedecen la ley de Dios. Alguna vez
aprenderán que hay prosperidad y felicidad únicamente en el camino
del Señor. La razón humana puede obnubilarse, la conciencia puede
cauterizarse por una larga práctica de su propia voluntad, pero no es
[146]
un camino de paz y seguridad. Siempre que la paz de Dios reina en el
corazón, es porque éste tiene la ternura y el amor de Cristo.—
Carta
75, 1895
.
Dios es el Director supremo
—Se me mostró que los dirigentes
de nuestras instituciones nunca deben olvidar que hay un Director su-
premo, que es el Dios de los cielos. Debiera manifestarse una estricta
honradez en todas las transacciones comerciales en cada departa-
mento de nuestra obra. Debe manifestarse firmeza en la preservación
del orden, pero la compasión, la misericordia y la paciencia deben
mezclarse con la firmeza. La justicia tiene una hermana gemela,
que es el amor. Ambas deben andar siempre juntas. La Biblia debe
ser nuestra guía. No hay decepción mayor para una persona que
piensa que cuando está en dificultades puede encontrar una guía
mejor que la Palabra de Dios. La Palabra bendita debe ser una luz
para nuestros pies. Los preceptos bíblicos deben practicarse en la
vida diaria.—
Testimonies for the Church 5:559
.
Administradores controlados por el Espíritu Santo
—¡De
cuánta importancia es la obra del que actúa como gerente de una
institución tal! ¡Cuán necesario es que sea dirigido y controlado por
el Espíritu Santo y que reciba diariamente sabiduría de lo alto!
Los gerentes de nuestras casas editoras tienen sobre sí una gran
responsabilidad; y es la de hacer lo mejor posible para asegurar el
bienestar físico, mental y espiritual de los obreros, para que Dios
pueda ser glorificado.—
Carta 115, 1902
.
No debe haber autoridad de realeza en nuestras casas edito-
ras
—No debe existir una actitud de mando ni ejercerse una autoridad