Página 127 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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No un liderazgo monárquico, sino semejante al de Cristo
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de realeza. Ya ha habido manifestaciones suficientes de esta cla-
se de obra en nuestra casa editora de Battle Creek. Su influencia
ha amargado a los empleados, quienes ahora necesitan convertir-
se totalmente. Esta administración dura, esta actitud de mando y
reconvención, no procede de Dios sino del enemigo.—
Carta 55,
1901
.
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Evítese una religión dura y sin amor
—Alzo mi voz contra
esta... religión rigurosa, dura y sin amor. Si A y B hubieran amado
menos al yo y más a Cristo, habrían estado aprendiendo continua-
mente, creciendo constantemente en el espíritu y la mente de Cristo,
reflejando su carácter en obras de abnegación y amor mientras tra-
bajaban en la casa editora; en la actualidad seguirían trabajando en
la institución y estarían en un lugar ventajoso. Pero cuánta falta ha
habido del amor genuino y santo de Dios en la Casa Editora Review
and Herald. Si el primer amor hubiera estado ardiendo en el altar de
sus corazones, se habría manifestado en actos de ternura, compasión
y abnegación, y la bendición de Dios se habría derramado sobre
ellos; pero cuando se persiste en amar al yo, Dios ya no tiene lugar
para tales obreros.
El Hno. C debe transformar su carácter antes de estar en condi-
ción de ser un consejero seguro en todo momento. Cuando el amor
de Cristo sature su alma, entonces también lo esparcirá. Cuando
haya aprendido humildad y mansedumbre en la escuela de Cristo,
revelará una paciencia como la de Cristo, una caridad constante y
una fe omnipotente en la grandiosa obra de salvar almas por las que
Cristo murió. Cada alma debe sentir la influencia de todas las gracias
cristianas. El corazón debe ser calentado por el fuego encendido de
la bondad de Dios. Cuando el Señor obra en el corazón por medio
de su Espíritu Santo, se produce un sometimiento a la disciplina
e influencia de su Espíritu. Entonces se manifestará un esfuerzo
decidido que es un requisito para adquirir la verdadera virtud y sabi-
duría, indispensable para el que será elegido como colaborador de
Jesucristo.—
Carta 42, 1893
.
Reprobación de la opresión y la dominación
—Durante años
se ha observado en Battle Creek un espíritu de opresión. Los agentes
humanos se han estado atrincherando en el egoísmo y la dominación.
En cuanto se publica un libro, ellos procuran obtener control sobre
él, y si los autores no acceden a sus propuestas, los que publicaron