Página 129 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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No un liderazgo monárquico, sino semejante al de Cristo
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bendiciones más abundantes. El Señor obra para humillar el orgullo
humano en cualquier persona que lo ostente, para que aprenda a
desarrollar un espíritu de verdadera sumisión a su voluntad. No
puede trabajar con hombres que contrarrestan sus propósitos. Los
que usan sus capacidades perceptivas para crear un orden de cosas
que pone de lado los propósitos de Dios, perderán sus facultades, las
cuales si se ejercieran debidamente se habrían aumentado y fortale-
cido. Dios honra a los que lo buscan sinceramente, humillando el yo
y exaltándolo a él. Pero cuando no consienten en tomar en cuenta el
consejo de Dios, su sabiduría les es quitada. Pierden la capacidad de
conocer a Dios y a Jesucristo a quien él envió.—
Carta 35, 1900
.
Manifestaciones de farisaísmo
—Durante años se ha estado
manifestando entre nosotros un grado de farisaísmo, el que ha sepa-
rado a algunos de la norma bíblica. Si alguien se opone a las ideas
preconcebidas de los que manifiestan ese espíritu, ellos asumen de
inmediato una actitud polémica y combativa, como alguien que se
viste con una armadura preparándose para la batalla. Se ha visto
mucho orgullo y espíritu altanero con deseos de gobernar, pero muy
poco del espíritu que lleva a las personas a sentarse a los pies de
Jesús para aprender de él. Las invenciones y los planes humanos
están eclipsando las cosas sagradas y excluyendo la instrucción divi-
na. Los hombres están tomando el lugar de Dios al tratar de ejercer
autoridad sobre sus semejantes. Pero gobiernan sin un vestigio de la
autoridad de Dios, que es el único que puede convertir el gobierno de
ellos en un elemento útil; otras personas están siendo afectadas por
esta mala influencia. Si se hubieran entronizado los principios de la
verdad en los corazones de estos hombres, las pasiones y los afectos
humanos habrían sido guiados y controlados por el espíritu de Cristo.
La atmósfera que rodea el alma no habría sido deletérea ni ponzo-
ñosa, porque el yo habría permanecido oculto en Jesús.—
Carta 81,
[150]
1896
.
Los supervisores deben evitar la severidad
—Es indispensable
que se hagan menos viajes largos y extensos por el continente y que
en cambio se efectúe una investigación más cuidadosa del verdadero
funcionamiento interior del corazón. Los departamentos de la casa
editora necesitan su inspección, para que discierna e investigue las
cosas que usted no conoce. El templo de Dios tiene que ser limpiado
para que su nombre no sea deshonrado por hombres que no están