Página 142 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

Basic HTML Version

138
El Ministerio de Publicaciones
fueron descartados en vuestras reuniones. ¿Cómo?, en el caso de
[164]
algunos, por medio de una confederación impía. “Nos mantendremos
juntos—dijeron—. Usted me da su apoyo y yo lo apoyaré”. Este
era el principio que controlaba a algunos de los obreros de la casa
editora. Dios llamó a eso una confederación impía. Su gracia y
su espíritu no intervinieron para nada en esta norma de conducta
humana...
Satanás no dejará ningún recurso sin probar para cumplir sus
objetivos, para ocultar y oscurecer la verdad y establecer el error.
Se hizo esto. Dios ha sido deshonrado; la verdad y la justicia han
languidecido a causa de esta confederación impía. ¡Son increíbles
los engaños que Satanás practicará con tal de destruir a las almas!
La conciencia, por amor al dinero, se ha vendido para obtener ga-
nancias; ha habido una violación de los principios, del honor y de la
integridad. Dios conoce la obra de cada uno, y todo será sometido a
juicio. ¡Ojalá que los ojos ciegos fueran abiertos!—
Carta 71, 1894
.
Una confederación para usar métodos errados
—Hay hom-
bres que han tratado de privar a sus hermanos de sus derechos, y
se han valido egoístamente de todos los medios a su alcance para
conseguir ventajas para la Review and Herald. Han procurado jus-
tificarse diciendo: “Lo hago para beneficio de la causa de Dios”.
Las preferencias y los prejuicios humanos han hecho vacilar las
mentes de los que se han confederado para respaldar métodos que
contrarían la Palabra de Dios. El egoísmo ha inducido a quienes
debían haber sido fieles a los principios, a hacer caminos torcidos
para sus pies.—
Manuscrito 29, 1911
.
Una confederación para robar de la tesorería de Dios
—La
modalidad que se ha seguido en el asunto de los salarios, en el tiempo
bajo consideración, fue un comportamiento puramente egoísta que
contrariaba los principios sobre los cuales la casa editora se había
establecido, los principios de la abnegación y la justicia recíproca
entre los hombres. Los que ejercían influencia para aumentar los
salarios de los obreros de la institución estaban desagradando a
Dios. Había una confederación para robar de la tesorería de Dios.
[165]
Uno trabajaba para asegurar salarios más elevados para otros, de tal
manera que el contraste entre los salarios de los obreros no pareciera
desproporcionado. Todos los que participaron en esto se habían
dedicado a una obra egoísta, la que tarde o temprano los afectaría a