Página 190 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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El Ministerio de Publicaciones
Se me ha dicho que en cualquier parte donde se han provisto
facilidades para el establecimiento y el progreso de la causa, por me-
dio de actos de abnegación y esfuerzos sostenidos, y donde el Señor
ha prosperado la obra, los que se encuentran en ese lugar debieran
dar de sus recursos financieros para ayudar a sus siervos que han
sido enviados a nuevos campos. En cualquier lugar donde se haya es-
tablecido la obra sobre un fundamento firme, los creyentes debieran
sentirse bajo la obligación de ayudar a los necesitados transfiriendo
aun con grandes sacrificios, una parte o todos los recursos que en
años anteriores se invirtieron en beneficio de la obra en su localidad.
Así es como el Señor se propone que progrese su obra. Esta es la
ley de restitución en sentido correcto.—
Testimonies for the Church
7:169, 170
; véase ambién
171, 172
.
Deber de las instituciones próspera
—Todo el cielo se in-
teresa, no sólo en las regiones que están cerca y que necesitan nuestra
ayuda, sino también en las regiones lejanas. Los seres celestiales
están observando y esperando que los instrumentos humanos se
conmuevan profundamente por las necesidades de sus compañeros
en la obra que se encuentra en dificultades e incertidumbre.
Cuando una de las instituciones del Señor entra en dificultades
económicas, las instituciones más prósperas debieran trabajar hasta
el máximo de su habilidad para asistir a la institución incapacitada,
para que el nombre de Dios no sea deshonrado. Cada vez que los
administradores de las instituciones de Dios cierran los ojos para
no ver las necesidades de las instituciones hermanas, y no realizan
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todos los esfuerzos posibles para socorrerlas, y dicen con egoísmo:
“Dejadlos sufrir”, Dios toma nota de su crueldad, y llegará el tiempo
cuando ellos mismos tendrán que pasar por una experiencia similar
de humillación. Pero, hermanos míos, vosotros no tenéis la intención
de hacer esto. Sé que no la tenéis.
Todas las facilidades que tenemos en Europa para hacer progre-
sar la obra son necesarias; cada institución debiera mantenerse en
La Asociación General ha establecido un programa que provee ayuda financiera
para la expansión de equipo e instalaciones en casas editoras de ultramar que no están
en condición de satisfacer las exigencias de una empresa en crecimiento. También se
insta a estas casas editoras de ultramar y a las divisiones a las que pertenecen a contri-
buir financieramente en programas de expansión. Véase
General Conference Publishing
Department Policies, 42, 43
.